Gracias a Dios tenemos un país libre, en el cual disfrutamos de libertad de expresión, entre otras bondades de la democracia como sistema de gobierno con todas sus imperfecciones.
Si no es por el país en el que nacieron, un puñado de ignorantes que se manifestó este lunes en las inmediaciones de Casa Presidencial, en Zapote, no hubiera podido utilizar, entre otras tonteras, un rótulo que dice NO HAY PANDEMIA. Irónicamente la manifestante como que no cree mucho en lo que dice su cartulina, porque anda una mascarilla mal puesta, pero seguro se la coloca al montarse al bus para prevenir el contagio de “algo que no existe”.
Otro, para demostrar su gran amor a la patria, usó como estandarte una camiseta de la Selección Nacional.
En momentos en que sumamos otra cifra de espanto, 440 contagiados, 32 fallecidos, 160 hospitalizados y 30 en cuidados intensivos (dos niños en la lista) flaco favor hacen al país.
Pero sí estas manifestaciones indignan no podemos perder de vista al aterro de irresponsables que siguen apelotándose para enfiestarse.
Ochocientas denuncias atendió la Fuerza Pública, entre ellas destacaba un bar clandestino en Puntarenas donde había 14 jumas y un menor de edad.
Ya es mucho con demasiado, porque los irresponsables, que son los menos, ponen en peligro a la mayoría, y si a ellos les importa un pepino su salud menos les va a importar el resto de la población.
Es hora de que el gobierno apele a mecanismos más represivos. Los que obedecemos así lo exigimos.