Hace dos semanas Darren Mizokami, de 48 años, y su esposa Kimberly Mizokami, de 41, contaban con ansias los días para que sus anheladas vacaciones en Costa Rica finalmente llegaran.
Y llegaron, pero su viaje de ensueño terminó en tragedia para ambos.
La pareja de estadounidenses murió ahogada el miércoles por la mañana en una poza de la catarata El Salto, en Belén de Nosarita, en Nicoya, donde estaban con una amiga de apellido Anderson.
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De acuerdo con Migración, el matrimonio llegó al país la mañana del jueves 13 de setiembre. Esta no era la primera vez de Darren en Tiquicia, ya había estado aquí en el 2014 y en el 2016, pero sí era la primera vez para Kimberly, quien llegó al país llena de ilusión.
En el perfil de Facebook de Darren se ve cómo estaban disfrutando sus días en Costa Rica.
La pareja pasó sus primeros días en La Fortuna de San Carlos, donde además de comerse un buen casado y tomarse unas “águilas”, también aprovecharon para visitar la catarata del río Fortuna y tomarse un selfi con el volcán Arenal de fondo, algo con lo que sueñan turistas de todo el mundo.
Su viaje los llevó después hasta Guanacaste, específicamente a playa Tamarindo, donde disfrutaron un hermoso atardecer de esos que ofrece el Pacífico. Después fueron a Sámara y este miércoles decidieron ir a conocer la catarata El Salto, su último destino.
Amor del bueno
La muerte de Darren y de Kimberly ha sido un golpe muy duro para sus familiares y otros queridos, especialmente para Brett Osborne.
Osborne dijo que no ha conocido un amor como el de sus amigos, que estuvieron juntos hasta el último momento de su vida.
“Eran dos de las personas más cariñosas y afectuosas que jamás conocerías. Siempre estaban ahí para cualquier persona en cualquier momento. Su amor mutuo era fuerte y feroz y un verdadero testimonio de cómo nos dejaron”, destacó.
Brett contó que la pareja vivía en la ciudad de Casper, en Wyoming, Estados Unidos, donde “Mizo”, como le decía de cariño a Darren, trabajaba como supervisor de servicios públicos en el Departamento de Servicios de la ciudad.
Kimberly trabajaba como asistente médica en el consultorio del doctor Steven Brown, también en Casper.
Según contó Osborne la pareja tenía dos hijos de los que se sentían orgullosos y recordó que Darren le había dicho que en Sámara había encontrado un segundo hogar.
Los familiares de la pareja ya se encuentran realizando los trámites para llevarse los cuerpos a Estados Unidos.