Pareja que robó a bebé en Santa Ana irá 10 años a la cárcel

El francés Sasha Mirc de 38 años y la nicaragüense Jessica Ileana Oporta de 22 años, descontarán diez años y un mes de prisión cada uno luego de aceptar que secuestraron a un bebé de dos años y cuatro meses en barrio La Chispa, en Pozos de San Ana.

Ellos se sometieron a un proceso abreviado en el Juzgado Penal de Pavas este martes y aceptaron la responsabilidad.

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La investigación contra ellos fue dirigida por la Fiscalía Adjunta contra el Narcotráfico y Delitos Conexos y logró que se les condenaran por los delitos de sustracción agravada de persona menor de edad, uso ilegal de uniforme y agresión con arma.

“La investigación que dirigió la Fiscalía permitió probar que los imputados, a través de vigilancia y seguimientos, lograron establecer las actividades y recorridos habituales del padre del menor con la intención de interceptarlo y llevar a cabo la sustracción”, explicaron mediante un comunicado la oficina de prensa de la Fiscalía.

Fue así como el jueves 1 de noviembre del 2018, Mirc y Oporta fingieron ser agentes del Organismo de Investigación Judicial, simularon un retén, colocaron un cono para controlar el paso de vehículos y detuvieron el carro en el que iba el pequeño junto a sus papás.

Posteriormente, el francés roció con gas pimienta al papá de la criatura, lo agredió con un chuzo eléctrico y lo obligó a bajar del automóvil. La mujer aprovechó para quitarle al niño y meterlo en otro vehículo.

Pese a que ambos huyeron con el menor, el padre del niño se convirtió en el héroe de su propio hijo al manejar y perseguir a la pareja.

Pese al ardor en los ojos por el químico que le rociaron, logró perseguirlos durante un kilómetro hasta que logró detenerlos chocándolos por detrás.

Allí recuperó a su hijo y la Policía Municipal de Santa Ana detuvo a Mirc y Oporta.

En el debate no trascendió cuáles eran las intenciones de la pareja para robarse al bebé, aunque los investigadores judiciales aseguraron que los sospechosos pretendían cobrar por un rescate económico para la liberación del pequeño.

Los maleantes vivían en La Uruca y decían dedicarse a bienes raíces. Oporta contaba con residencia en el país y era oriunda de Boaco, Nicaragua. Mientras que Mirc entraba y salía del país desde el 2005.