Una mujer sufre día a día porque luego de que la justicia estuvo a su favor tras ser víctima de violación y pasar 10 años en tribunales para que su atacante, un pastor, fuera sentenciado, ahora el hombre está en fuga.
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Desde hace casi dos años el imputado es buscado para que empiece a cumplir la pena que le dictaron, pero no se sabe dónde está.
La mujer, a quien llamaremos María para proteger su integridad, ha vivido un calvario por culpa del pastor José Antonio Díaz Granados.
Su vida cambió en el año 2013, La Teja cuenta con una copia del expediente de este caso.
La víctima es una mujer de pobreza extrema que consiguió un trabajo de empleada doméstica en la casa del sentenciado en Escazú, el hombre vivía con su esposa. Mientras que doña María, su esposo e hijos estaba luchando para salir adelante.
Ella apenas estaba empezando a trabajar, el 2 de agosto del 2016 entró a trabajar y al segundo día ya estaba siendo acosada.
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“El segundo día después del trabajo, iba para la casa, iba en el bus, del número (del sentenciado) me mandó: ‘hola, me gustan las morenas, indias, como tú, hola rica’, ese tipo de mensaje me mandó”, contó la mujer.
María narró a los jueces lo que el hombre le dijo por mensajes.
“Que si quería el trabajo me tenía que acostar con él, que él era muy jodido con los empleados, volví al día siguiente por la necesidad, mi esposo estaba desempleado. Él pasaba y se quedaba viendo”, dijo la afectada.
María es de descendencia indígena y estaba luchando por salir adelante, por lo que la situación la hacía más vulnerable.
Aseguró que ella borró los mensajes de texto por temor de que su familia los viera y el sospechoso les hiciera algo.
El pastor aprovechó los momentos en que se quedaba solo en la casa para violar a la trabajadora, en total abusó de ella en siete ocasiones, y siempre la terminaba amenazando pese a que ella le repetía “usted es pastor, por favor no me haga esto”.
“Hágalo si no la despido. No puede decir nada porque sino se va a arrepentir y va a lamentar”, eran los comentarios que el pastor le hacía a la mujer.
En octubre del 2016 fue la última vez que el hombre trató de atacarla, pero ella se negó y le dijo que sentía asco y que no lo iba a hacer más.
El 13 de octubre de ese mes la esposa del hombre la despidió.
Doña María no podía ya más con tanto dolor y al día siguiente se fue al Ministerio de Trabajo donde le pidieron que se fuera al INAMU porque ahí estaba el personal que podía ayudarla.
Desde ese momento empezó el proceso legal cuando ella denunció al hombre, sin embargo, el juicio se realizó en el 2023 en los tribunales de Pavas.
La abogada de la víctima, Angie Arce, aseguró que al sospechoso le dictaron 50 años de cárcel, la pena fue readecuada a 30 años.
Después de que la sentencia fue dictada, el pastor quedó en libertad mientras quedaba en firme, el abogado del imputado José Miguel Villalobos presentó varias apelaciones.
Sin embargo, los magistrados rechazaron los alegatos que presentó el abogado y ordenaron que se mantuviera la sentencia en firme.
“Mi cliente se sintió satisfecha de que su voz fue escuchada y de que se hizo justicia en su caso.
“Hay muchas mujeres en esta condición que no importa si están en pobreza extrema, si está siendo agredida no se dé por vencida porque la justicia tarde o temprano va a llegar, pero debe ser constante, debe denunciar, sobre todo ahorita que estamos pasando por momentos críticos en temas de femicidio”, dijo Arce.
Sin embargo, doña María no pudo volver a dormir sino toma pastillas, tiene la presión alta y azúcar, y ha desarrollado otras padecimientos por el trauma que vivió.
Ella no recibió atención sicológica, pues no puede costearla.
“Yo quiero que lo detengan para que él empiece a pagar por lo que me hizo, hay una sentencia, pero él no aparece”, dijo.
A ella le gustaría que como en otros casos, las autoridades publiquen la foto del prófugo para que la gente lo denuncie.
La Teja consultó a la Corte y ellos indicaron que la orden de captura contra el pastor está activa.
“El Departamento de Prensa del Poder Judicial confirma que, consultado el Tribunal Penal del III Circuito Judicial de San José, en el caso de su interés, la persona que usted consulta, mantiene una orden de captura vigente”, detallaron.