Un perro y uno de los dos gatos decomisados a un indigente de apellido Oporto tenían cocaína en el organismo.

Así lo confirmó una veterinaria de apellido Sandí, quien trabaja en la clínica donde ahora están internados los animalitos.

La especialista detalló que los gatos y el perro fueron llevados al centro médico el miércoles 29 de mayo.

“Les hicimos pruebas físicas y de sangre que revelaron la presencia de cocaína en el perro y en uno de los gatos. Al otro (gato) no se le hizo la prueba toxicológica, pero se presume que también estuvo expuesto a la cocaína porque siempre estaba con los otros dos animales y con el indigente", explicó la especialista.

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“Ellos pudieron haber ingerido la droga por inhalación, por ejemplo, en caso de haber estado cerca de una persona que consumiera crack o también podrían haberlo hecho por medio de la comida, pero eso no hay forma de establecerlo”, detalló Sandí.

La veterinaria pidió ser identificada solo con el apellido y no revelar el nombre de la clínica donde están los peluditos.

Sandí dijo que los animales fueron llevados por funcionarios del Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) y que ella y la otra veterinaria que atendieron el caso dieron parte de los resultados de los exámenes.

“Unos agentes del OIJ vinieron a entrevistarnos y nosotras les dimos el reporte de lo que encontramos. El perrito está ahorita muy ansioso, es posible que esté experimentando el síndrome de abstinencia; los gatitos están mejor, al principio estaban muy quietos, como sedados, pero ya juegan y corren”, dijo la veterinaria.

Los análisis también revelaron que los tres animales tienen parásitos internos y externos. En cuanto a la alimentación, al parecer, si recibían la comida necesaria, ya que no están desnutridos ni deshidratados.

Las revisiones permitieron establecer que el perro –llamado Beto– tiene aproximadamente cinco años y los gatitos entre cuatro y cinco meses.

Rescatados por policías

Los encargados de rescatar los animales fueron oficiales de la Policía Municipal de San José. Actuaron por una petición de Senasa.

“Ya se tenía conocimiento de varias denuncias públicas hechas a través de las redes sociales sobre un supuesto maltrato animal por parte del habitante de la calle. Senasa nos contactó para pedir que los acompañáramos a decomisar los animales ya que habían recibido una denuncia formal de la situación”, informó Marcelo Solano, jefe del cuerpo policial.

Los animalitos estaban con el indigente en La Sabana y fueron rescatados por los oficiales el 29 de mayo a las 10 de la mañana.

Ileana Céspedes, veterinaria de Senasa, contó que la institución verificó que los animales estaban en condiciones indebidas y por eso intervinieron.

“El señor tenía las condiciones básicas para tener una mascota, los animales no recibían atención veterinaria, es que es algo fundamental, no tenían un techo, pasaban mucho tiempo amarrados y a los gatitos los envolvía en plásticos.

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“Estos animales son de compañía y no deben ser usados para obtener beneficios económicos, por ejemplo, pedirle dinero a la gente diciendo que es para comprarles alimento”, dijo Céspedes.

La especialista agregó que el perrito se ve temeroso cuando las personas se le acercan, por lo que no descartan que haya sufrido agresiones.

“Hemos detectado que este señor cambia muy seguido los animales con los que acostumbra estar y cuando le preguntamos dónde estaban las mascotas que había tenido en el pasado no supo responder”, señaló Céspedes.

Este miércoles Oporto llegó a las afueras de las oficinas del OIJ, en San José, y con una botella quebrada se hizo cortes en los brazos en señal de “protesta” porque las autoridades le quitaron los animales. Pese a la acción del indigente, las autoridades aseguran que no le devolverán las mascotas.

Luego de que el perro y los dos gaticos se recuperen serán dados en adopción.

Las autoridades le piden a la población que cuando identifique casos de maltrato animal los denuncie en la oficina más cercana de Senasa.