Sucesos

Pescador nadó 150 metros con el estómago abierto por culpa de hélice

Lester Acuña, con más de 20 años de pescar, vivió una traumática experiencia

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Lester Acuña, pescador que sufrió accidente acuático al volcarse su lancha en Puntarenas. Foto Andrés Garita.

Como salida de una película de acción es la historia de Lester Acuña Sánchez, un pescador que nadó más de 150 metros en el mar luego de que la hélice del motor de su lancha le cortara y abriera el estómago.

“Talamanca”, como es conocido este valiente en Puntaenas, dijo que ni siquiera él puede creer que haya sobrevivido a una situación tan ruda, la única explicación que tiene es que Dios quiso darle una segunda oportunidad.

"Yo agradezco a Dios por darme las fuerzas y la valentía para hacer eso que hice, además agradecerle a todas las personas que me auxiliaron cuando llegué a la playa”, mencionó Lester.

El accidente ocurrió la noche del pasado martes cuando Acuña, quien tiene más de 20 años de trabajar en el mar de Puntarenas, salió a pescar junto a un amigo cerca de la playa que está detrás del hospital Monseñor Sanabria.

Motor no arrancaba

Lestrer recordó que las cosas empezaron a salir mal cuando el motor de la lancha no quería arrancar y el mar empezó a ponerse más picado.

"El motor me estuvo fallando, no me respondía y las olas se tornaron muy fuertes y fue en eso que una ola más grande volcó la lancha cuando yo estaba intentando arrancar el motor”, dijo.

En el preciso momento que la lancha se volcó el motor encendió y como Talamanca estaba tan cerca una de las hélices alcanzó a cortarlo en el abdomen.

Lester Acuña, pescador que sufrió accidente acuático al volcarse su lancha en Puntarenas. Foto Andrés Garita.

“Yo no me di cuenta de nada, fue cuándo empecé a nadar que vi mucha sangre y parte de mis intestinos flotando. Lo que hice fue encomendarme al de Arriba y decirle: ‘Dios has lo que tu quieras conmigo’ y después con una mano me agarré el abdomen y con la otra mano empecé a nadar”, recordó.

Con las pocas fuerzas que le quedaban Talamanca logró llegar a la orilla, donde era esperado por su amigo, quien también llegó nadando, y otras personas que lo llevaron de inmediato al hospital porteño.

Pensó lo peor

El susto no solo se lo llevó Lester. Su esposa Yolanda Álvarez también sufrió muchísimo al enterarse de lo que le había pasado a su amado, con quien tiene dos hijos menores de edad.

“Fue una noticia muy dura yo andaba haciendo unos mandados cuando mi hijo llegó y me dijo del accidente, lo que hice fue irme a la playa, pero cuando llegué ya no estaba ahí, lo que si vi fue mucha sangre y las cositas de mi esposo tiradas, eso me desgarró la vida y al ver tanta sangre pensé lo peor” dijo Álvarez.

Pese a toda esta ruda situación, Acuña se encuentra en buenas condiciones y se está recuperando en el hospital Monseñor Sanabria.

La principal preocupación de esta familia es que no tienen póliza para cubrir todos los gastos, por lo que están buscando la forma de ganarse alguito para salir de esta situación.

“Este es mi primer accidente en los veinte años que tengo de estar pescando, pese a lo ocurrido es algo que no dejaré de hacer, es mi trabajo y es el único trabajo que uno logra conseguir acá, espero recuperarme y volver en esta nueva oportunidad de vida” dijo Lester.

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