El policía José Solís se siente molesto de saber que el chofer que habría tratado de matarlo el domingo pasado quedó libre.

La Fiscalía informó que el hombre de apellido Navarro que “paseó” al oficial en la tapa de un carro por dos kilómetros, debe descontar las siguientes medidas cautelares: no acercarse al ofendido ni a testigos a una distancia de 200 metros; abstenerse de perturbar, molestar o comunicarse con la víctima de cualquier forma y no cometer otro delito de la misma naturaleza.

Un juez dictó eso en una audiencia en la que el Ministerio Público informó que Solís era investigado por el delito de tentativa de homicidio contra el oficial de la Fuerza Pública.

“Me siento disconforme y consternado con la situación, no creí que solo le impusieran esas medidas cautelares. Siento que lo que hizo fue algo muy serio como para que solo le dijeran que no puede acercarse a mí a menos de 200 metros.

“La personalidad de ese muchacho es agresiva, por eso se animó a llevarme casi dos kilómetros en la tapa del carro, así que no veo bien que le dieran unas medidas tan débiles”, expresó Solís.

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El incidente en el que el uniformado estuvo en peligro se dio el domingo a las 11 de la noche en El Tejar de El Guarco en Cartago. El poli estaba haciendo un retén de rutina en compañía de varios compañeros cuando llegó Navarro en su carro.

Los agentes le pidieron al conductor que se detuviera, pero él más bien aceleró y se llevó al oficial, quien se agarró de la tapa del carro hasta llegar a la casa del sospechoso.

Una vez ahí, los compañeros del afectado lo arrestaron y lo llevaron a la Fiscalía.

Está mejor

“Cuando me bajé de la tapa, la mujer que iba en el carro de acompañante me volvió a ver y dijo: ‘mejor lo hubiéramos matado’. En ese momento sentí como si mi vida no valiera nada”, relató el policía.

El día del suceso, José se golpeó varias partes de la pierna izquierda, incluso llegó a creer que tenía el tobillo quebrado ya que le dolía mucho, pero en el INS le hicieron placas y descartaron que tuviera quebraduras.

Este martes ya él estaba mucho mejor y con menos dolor, espera pronto estar completamente recuperado.

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Solís dice que, pese al tremendo susto que se llevó, no tiene miedo de regresar a sus funciones, ya que ser policía es lo que más le gusta.

“Me gusta mi trabajo y lo que me pasó no me desmotiva porque nosotros sabemos que estamos expuestos a muchas cosas, pero pienso en mis cuatro hijos y como cualquier otro papá quiero verlos crecer y estar siempre para ellos”, detalló.

El oficial hace un llamado a la población para que respeten las leyes y sobre todo la vida de los oficiales, que se abstengan de ponerlos en riesgo solo para evitar una multa.