Policía sobreviviente a balazo en la cabeza: “Yo escuchaba a los doctores decir que lo mejor era que me desconectaran”

El oficial fue con un familiar a un bar en su día libre y unos hombres armaron un pleito y le dispararon

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El policía Dehivi Orozco Quesada se siente orgulloso de ver como poco a poco logró recuperarse de las secuelas que le dejó el balazo que recibió en la cabeza hace ocho años.

El 6 de noviembre del 2011 él estaba disfrutando de su día libre con un familiar en un bar en Finca 6 de Río Frío, en Sarapiquí, cuando se armó un pleito en el que un sujeto sacó una pistola, empezó a disparar y lo hirió.

Actualmente, Orozco prefiere no hablar de la persona que lo hirió, ya que prefiere enfocarse en las cosas buenas que le ha traído la vida después de ese suceso.

El oficial dice que luego del ataque, su condición era crítica, incluso los médicos le recomendaron a los familiares que lo dejaran descansar, pero ni él ni sus seres queridos se dieron por vencidos.

“Yo estuve en coma doce días y oía bien lo que decía la gente que estaba cerca mío, yo escuchaba cuando los doctores decían que lo mejor era que me desconectaran, pero mis papás y mi esposa no quisieron hacerlo, ellos tenía la esperanza de que yo despertara y así fue”, recordó el valiente.

Cuando abrió los ojos su condición mejoró, pero seguía siendo muy complicada porque estaba en estado vegetativo y los doctores insistían en que él nunca más iba a caminar.

“Estuve como tres meses en el hospital Calderón Guardia y luego me pasaron para el Cenare, ahí estuve mes y medio y los tratamientos me hicieron muy bien porque me enseñaron a hablar de nuevo, ahora parezco una lora más bien”, dijo entre risas.

“Yo recibí el balazo en la parte izquierda de la cabeza y me quedó afectado el lado derecho del cuerpo. Aún hoy me cuesta mover la mano derecha y camino con dificultad porque mi pie derecho no se mueve igual que el otro.

"Sin embargo, me siento satisfecho con lo que he logrado y hasta he participado en las carreras de la Fuerza Pública, siempre llego entre los últimos, pero cuando yo cruzo la meta me siento el ganador porque solo yo sé lo que he tenido que pasar para llegar hasta ahí”, relató.

Familia lo motiva

El oficial dice que desde que sufrió el accidente pensó en salir adelante por su dos hijas, su esposa y sus papás, ya que todos ellos lo necesitaban mucho.

“Cuando me dieron el balazo mi hija menor tenía apenas tres meses de nacida y sabía que tenía que recuperarme para verla crecer. Yo soy el único que aporto económicamente en mi casa, así que mi esposa y mi hija mayor también me necesitaban, incluso mis papás porque a ellos también les ayudo con lo que puedo”, relató.

Cuando ocurrió el suceso, Dehivi trabajaba para la Unidad de Intervención Policial del Ministerio de Seguridad Pública (MSP) y era uno de los escoltas de Celso Gamboa, quien en ese momento era viceministro de Seguridad.

Él estuvo incapacitado más de un año y cuando volvió al trabajo trataron de convencerlo para que se pensionara, pero no quiso.

“Yo quería recuperar mi vida, amo mi trabajo y no quería dejar de ser policía por lo que me había pasado, así que me pusieron en un nuevo puesto. Ahora soy oficial de guardia en la Unidad Operativa de Armas y Explosivos, ahí soy el enlace de mis compañeros con la jefatura y también escucho la frecuencia para ayudar y enviar personal cuando se da alguna emergencia”, contó.

Desde que se reincorporó al trabajo, Orozco saca vacaciones cada Navidad para pasarlas con su familia, ya que la primera Navidad después del accidente estuvo internado en Cuidados Intensivos del Calderón Guardia.

Gran enseñanza

El uniformado dice que en medio de todo lo malo que vivió por el balazo, él vive agradecido con Dios por la segunda oportunidad que le dio y ha tratado de sacar cosas buenas para ponerlas en práctica.

“Estas experiencias le cambian a uno la vida, yo siento cólera cuando veo que hay personas que solo piensan en tener un buen carro, el mejor celular, una casa enorme o dinero, cuando lo que en realidad importa es tener salud, que la familia esté bien y tener un trabajito que permita llevar el arroz y los frijoles al hogar”, expresó el sobreviviente.

Recientemente el MSP le dio a Orozco un reconocimiento para destacar el espíritu de lucha y las ganas de superarse que demuestra a diario. La actividad se llevó a cabo en el marco del 70 aniversario de la Fuerza Pública.

“Me siento satisfecho de ver que puedo ir logrando mi metas, después de lo que me pasó logré hacer el curso de inspectores y espero pronto hacer el de sargentos porque quiero seguir creciendo en mi carrera como policía”, aseguró.