Estar presente durante un parto era una de las cosas que más miedo le daban al oficial de Fuerza Pública Gerardo Fernández, sin embargo, el uniformado le hizo frente a este temor para ayudar a una mujer indígena que estaba por dar a luz.
El hecho ocurrió en la comunidad de Grano de Oro de Turrialba la tarde de este sábado, pero el Ministerio de Seguridad Pública dio a conocer la valerosa acción hasta este domingo.
Todo ocurrió luego de que las autoridades fueron alertadas de que la mujer de apellido Jiménez, de 27 años, se encontraba en labor de parto y había caminado por la montaña por más de cuatro horas en busca de ayuda.
El médico pensionado Jorge Alvarado se encargó de atenderla, pero le pidió a Fernández que lo ayudara a recibir a la bebita dentro de una una especie de albergue que tenían para los indígenas de Grano de Oro.
El uniformado se puso como un bistec de peseta (solo nervios) al oír las palabras del doctor y pese al miedo que sentía se puso los guantes plásticos para ayudar.
“La verdad fue una experiencia inolvidable, inigualable. Fue impresionante ver al bebé nacer y poder ayudar a la mujer a dar a luz a una nueva vida”, contó.
Pese a que tiene una hija pequeña, Fernández dijo que esta era la primera vez que estaba presente en un parto, admitiendo que era una situación que hasta ese día le ponía le piel de gallina.
“Cuando iba a nacer mi hija estaba muy asustado y al parto no quise ir porque me daba miedo. En esta ocasión me tocó por algo laboral, pero la verdad es que no lo cambio por nada, si hubiera sabido que era algo tan lindo tal vez hubiera estado en el nacimiento de mi hija”, comentó.
Gracias al doctor y al uniformado la bebita nació sin ningún problema. La mamá dijo que la pequeñita se iba a llamar Sarita.
Finalmente la Cruz Roja llegó a Grano de Oro y trasladaron a la madre y a la bebita al Hospital William Allen de Turrialba.