Sucesos

Policías la están pasando muy duro: mala alimentación y patrullas en pésimo estado

Por su labor, es indispensable que los policías tengan una buena alimentación, pero muchas veces solo les dan arroz y frijoles

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Un mala alimentación y patrullas en pésimo estado es parte de lo que estarían viviendo día a día los policías, esto según una publicación de Mainor Anchía, presidente de la seccional ANEP-Fuerza Pública, la cual hizo este martes 26 de abril en su cuenta de Facebook.

“Aparentemente, el Ministerio de Seguridad Pública está sin presupuesto para atender lo concerniente al combustible, con lo cual se reduce o paraliza el patrullaje preventivo. Además, también se ve afectado el tema de la alimentación en las delegaciones. Sin duda es resultado de la falta de voluntad política y de la inercia de los jerarcas, que se callaron y no defendieron que los cuerpos policiales no fueran incluidos en la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, era necesario establecer que la institución encargada de la seguridad del país no podía ser tratada al mismo nivel que otras instituciones”, fue lo que publicó Anchía.

El “post” está acompañado de varias fotos. En una de las imágenes se ven unos platos de pintico, pero pelado, sin ningún acompañamiento. En otra se observa una patrulla en un estado lamentable, tanto por fuera como por dentro, el policía que la maneja prácticamente va sentado en los resortes del asiento.

“Hay más restricción en cuanto a alimentación, hay faltantes de botas, uniformes, patrullas en pésimas condiciones, delegaciones en mal estado. Ahora los oficiales nos han comentado que hay reducción en cuanto a los patrullajes preventivos, que les han pedido que se ubiquen en sitios estratégicos por un tema de presupuesto por los combustibles”, dijo.

Don Minor asegura que la situación se ha complicado mucho en las últimas administraciones.

“Mucha gente se pregunta que por qué los policías no jalan la comida a su trabajo, el asunto es que algunos oficiales que trabajan en San José, por ejemplo, no pueden viajar a sus casas en Upala o Guanacaste y por eso les toca comer en la delegación.

“El Ministerio de Seguridad le compra al CNP y distribuye los alimentos según una tabla hecha por salud ocupacional, pero ahora hay una reducción significativa en la comida, algunos oficiales nos dicen que de desayuno les ponen pinto solito, antes les daban huevo o queso, y en el almuerzo a veces les toca arroz, frijoles y algo más, pero eso de más nos dicen que puede ser un pedacito de yuca.

“Es indispensable que los oficiales tengan una buena alimentación, por las jornadas que tienen, en la función policial la jornada es de estrés, hay que estar en alerta, expectante, para eso se necesita comer y descansar bien”, comentó.

Anchía asegura que el sindicato de manera frecuente ha estado enviando notas con ese tipo de imágenes al Ministerio, la última vez fue el lunes 25 de abril por lo del pinto pelado y las patrullas malas; sin embargo, asegura que siempre le explican que se encuentran atados de manos.

Sobre las fotografías de la patrulla, el expolicía mencionó que pertenece a la delegación de Alajuela.

“Esa es una de muchas y con esas patrullas la delincuencia lleva ventaja”, dijo.

Agüevados

La Teja consultó a varios oficiales para conocer esta situación de boca de ellos y aseguran que desde que Michael Enrique López Cruz, de 31 años, falleció en el vuelco de una patrulla en Matama de Limón, el lunes 18 de abril, muchos están agüevados por el estado de esos vehículos.

“Llevamos dos gobiernos que no se acuerdan de la Fuerza Pública, las patrullas están malísimas, algunas nos ha tocado empujarlas, y las personas dicen muy fácil que no las cuidamos, pero es que más bien no les dan el mantenimiento debido, algunas son un peligro.

“Se vuelve complicado trabajar así, hay un sentimiento de desmotivación, además se reportan (las patrullas) a la jefatura y a veces parece como que uno lo hace por molestar o por vago y termina regañado y amenazado con que le van a poner una calificación baja en la evaluación”, dijo uno de los oficiales de quien nos guardamos el nombre para evitarle problemas.

Otro oficial, que trabaja en San José, comentó que mientras las patrullas son un terror, hace menos de seis meses la Policía compró una grúa de ¢100 millones y otra maquinaria pesada que no eran realmente necesarias.

“¿Cuántas llantas nuevas se puede comprar con ¢100 millones? Eso hubiese sido mejor. Vea, ya estamos en el invierno, hemos visto patrullas con llantas de repuesto para poder trabajar, hay carros sin Riteve, unos buses en pésimo estado”, detalló.

En cuanto a la comida, ambos polis aseguran que las raciones han bajado.

“Sería mentiroso decir que no nos dan el pintico, que uno lo agradece, antes nos daban huevito revuelto y ahora nos dan solo un huevo, han quitado algunas cosas como el pescado y la chuleta porque eran caros, pero sí es cierto que en algunos momentos ha tocado arroz y frijoles solos”, comentó uno de ellos.

Otro nos contó que se sienten abandonados.

“Comemos mal, la delegación en pésimo estado y los carros que dan miedo, y hay que estar en una posición de trabajar callado”, dijo.

La Teja consultó a la Fuerza Pública sobre la situación y nos dijeron que recibieron la consulta, pero al cierre de esta nota no dieron respuesta.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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