Un niño de tan solo 10 años andaba manejando una buseta y por eso fue detenido por oficiales de la Fuerza Pública y de la Policía de Tránsito. Supuestamente, el papá le estaba enseñando a manejar.
El insólito hecho ocurrió la mañana de este viernes 1º de mayo en La Capri, en San Miguel de Desamparados, San José.
Esteban Castillo, coordinador de la Policía de Tránsito de Desamparados, contó que todo ocurrió cuando un grupo de uniformados de la Fuerza Pública realizaba un recorrido por esa zona.
“Los compañeros alcanzaron a ver al menor conduciendo la buseta y como nos mantenemos trabajando en conjunto, nos dieron la alerta y se le dio seguimiento al vehículo, el cual es detenido en La Capri, al frente de la iglesia católica de ese lugar”, detalló el oficial.
Castillo confirmó que el vehículo era manejado por un pequeño niño y que al lado de este viajaba su papá, un hombre de apellido Morales, quien no sabía ni en dónde meterse de la congoja.
Según el uniformado, aparentemente el señor tenía que llevar unos parlantes a la iglesia y decidió aprovechar ese viaje para que su hijo aprendiera a manejar la buseta, que tiene una capacidad para doce pasajeros.
“El señor nos dijo que sabía que había cometido un error, nos pidió disculpas y nos imploró que no le quitáramos la buseta ni las placas, porque él trabaja con el vehículo”, dijo Castillo.
Los oficiales le dijeron a Morales que no se iban a llevar su chuzo, pero que sí le iban a bajar las placas en base a un decreto establecido por el Ministerio de Obras Públicas y Transportes (Mopt).
“Si el chiquito hubiera ido solo, sí se tenía la obligación de decomisar la buseta, pero como estaba con el papá y el señor tenía sus papeles al día, se optó por quitarle las placas”, explicó Castillo.
La lección de manejo le salió bien cara a Morales, ya que no solo perdió las placas de la buseta sino los que los tráficos también le recetaron una multa por ¢110 mil por irrespetar la restricción vehicular sanitaria.