Por bombetazo un joven de apellidos Retana Acuña, de 25 años, se expone a una condena que va de 5 a 10 años de prisión.

Esto debido a que la Fiscalía Adjunta del I Circuito de San José abrió una investigación en su contra por el delito de presunto incendio o explosivo, pues es sospechoso de reventar una potente bombeta, conocida popularmente como cuarto de dinamita, debajo de un vehículo plataforma de la Policía de Tránsito, el martes pasado en las afueras de Casa Presidencial, en Zapote, durante las manifestaciones en contra del Gobierno.

Por esta razón es que este jueves el Ministerio Público le solicitó al Juzgado Penal que le recete prisión preventiva como medida cautelar durante la investigación. Al cierre de esta nota la audiencia de solicitud de medidas aún no había terminado.

“El imputado fue detenido ayer (miércoles) por oficiales de la Policía de Tránsito y, posteriormente, esta fiscalía le ordenó a la Sección de Delitos Varios del Organismo de Investigación una serie de diligencias importantes para el caso”, informó el Ministerio Público.

El hecho se dio a conocer el martes, el mismo día de la marcha promovida por Rescate Nacional, gracias a un video que circuló en redes sociales, en el cual se observa a Retana lanzar el explosivo al vehículo de la Policía de Tránsito.

Bien escondido

Glen Rodríguez y Norman Campos fueron los dos oficiales de la Policía de Tránsito que detuvieron al sospechoso la mañana de este miércoles en un bus parqueado en el mismo lugar donde ocurrió el hecho y el cual es propiedad del papá del detenido.

El bus trasladó a un grupo de manifestantes desde la Fortuna de San Carlos y pasó la noche, de martes a miércoles, en las inmediaciones de Casa Presidencial porque esperaban seguir las protestas y ser atendidos, pero pegaron con cerca.

El oficial Rodríguez explicó que para pescar a Retana tuvieron que hacerle un fijo, ya que luego de detonar el explosivo el joven se refugió en el bus, en el que pasó casi un día completo.

“Nosotros teníamos sospechas de que él estaba metido en el bus porque en un momento él se asomó a la puerta y vi que coincidía perfectamente con la descripción física que se veía en el video. Además notamos que un montón de gente entraba y salía del bus, pero él no”, contó el uniformado.

Luego de analizar la situación, Rodríguez y su compañero se dieron cuenta que Retana no se bajaba del bus porque cerca había un grupo de oficiales de la Fuerza Pública, fue en ese momento que se les ocurrió un plan para capturarlo.

“Le pedimos a los compañeros de Fuerza Pública que se hicieran a un ladito, para ver si acaso se animaba a salir, pues sabíamos que les tenía miedo.

“Cuando los oficiales se retiraron el chavalo salió y apenas lo hizo yo me atravesé en la puerta para que no se subiera de nuevo y ya ahí lo logramos identificar”, detalló Rodríguez.

Los oficiales le pidieron a Retana su cédula, pero este dijo que la tenía en un bolso dentro del bus, por lo que el chofer se lo tuvo que pasar. Al abrir el maletín los oficiales vieron que ahí estaba la ropa que, aparentemente, usó al momento del hecho, por lo que lo detuvieron de inmediato.

En cuanto a la grúa, Rodríguez dijo que no sufrió mayores daños, pero por debajo quedó la marca de la explosión del cuarto de dinamita.

De dinamita nada

Afortunadamente el cuarto de dinamita reventado durante la manifestación no alcanzó a dañar a nadie; sin embargo, este es considerado como un explosivo muy peligroso.

Así lo explicó don Carlos Villavicencio, gerente de Fuegos Artificiales Cavica, quien además destacó que pese a su nombre este artefacto no tiene nada que ver con la dinamita, pues de ser así la magnitud de la explosión hubiera sido mucho mayor.

“Eso nada tiene que ver con dinamita y sus componentes químicos, es un explosivo pirotécnico que no es de uso industrial ni de uso militar, es una composición a base de cloratos y aluminios, no es pólvora negra para decirlo de alguna forma”, explicó.

Villavicencio señaló que el poder destructivo del cuarto de dinamita va a depender mucho del uso y la acción que se le dé, pues en un espacio abierto lo único que va a causar es un estruendo.

“Si esa persona lo hubiera tirado dentro de la cabina del vehículo al ser un espacio confinado le hubiera reventado los vidrios y le provoca daños a la carrocería”, aseguró.

Además, dijo que en las manos equivocadas este explosivo puede convertirse en un arma mortal.

“Si una persona en un acto de maldad agarra una cinta adhesiva y le pega clavos alrededor al artefacto, lo está convirtiendo prácticamente en una granada de fragmentación, y ya con eso ocasionar la muerte a incluso veinte metros de distancia”

Según Villavicencio, este explosivo pirotécnico fue prohibido en el país desde 1997; sin embargo, aún se sigue fabricando de forma clandestina, especialmente para las fiestas de fin de año.

“En diciembre los venden entre los ¢500 y los ¢1500, y eso ha dejado muchos niños lastimados”, lamentó don Carlos.