César Olivas Granados, de 46 años, fue hallado muerto, con las manos amarradas hacia atrás y sin heridas visibles.
El cadáver del profesor fue encontrado por unos pescadores este sábado, 800 metros río abajo del puente Negro en Río Jiménez de Guácimo, Limón. Flotaba cerca de la orilla, en una poza de unos 50 metros de ancho.
Las autoridades manejan el caso como un homicidio, sin que se hayan determinado las causas del fallecimiento, pues no hay marcas de un ataque con pistola o cuchillo. Se está a la espera de los resultados de la autopsia.
Las versiones preliminares estiman que la víctima pudo haber sido lanzada desde el puente, entre Río Jiménez y Parismina y la corriente arrastró el cuerpo hasta el sitio donde fue encontrado.
César Olivas era profesor en el Colegio Universitario de Limón; vivía en barrio Limoncito. Era padre de un muchacho de 21 años y una adolescente de 13.
Ariel Olivas, hermano de la víctima, afirmó que su pariente desapareció el jueves.
El hombre salió a eso 8:30 p. m. para hacer un mandado, iba en su vehículo, un Toyota Rav4 rojo, sin embargo, nunca regresó.
Según el familiar, aunque estaban extrañados de que no avisara las causas del atraso, esperaron algunas horas por noticias suyas. El viernes, finalmente, decidieron interponer la denuncia ante el OIJ de Limón.
Este sábado en la mañana encontraron en las cercanías del túnel Zurquí la billetera con los documentos personales de él, sin embargo, los parientes indicaron que él no viajó en estos días por esa zona o los alrededores.
Tampoco se ha localizado el carro de la víctima.