Sucesos

Prudencia, la gran compañera

Valoran si niña tendrá que ser operada otra vez

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Los ocupantes de la microbús de estudiantes, con la que un carro pegó violentamente de frente la mañana del martes en Aguas Zarcas de San Carlos, resultaron ilesos gracias a que usaban el cinturón de seguridad.

Don Miguel Zumbado, dueño de la buseta y papá del conductor,  comentó que están muy tristes porque se les dañó su machetico de trabajo pero están agradecidos con Dios porque su hijo, el acompañante y un chiquito de 11 años resultaron ilesos.

Un video que grabó el momento del accidente, muestra a un  carro circulando a lo largo de varios metros por el carril que no le corresponde y pega con la buseta que va por el carril correcto. Debido al impacto el vehículo da varias vueltas.

En el carro liviano viajaba una chiquita de 11 años y su padrastro Víctor Antonio  Salazar Arguedas, de 29. La pequeña sufrió severas lesiones en su carita y está internada en el Hospital de Niños donde fue trasladada en avioneta. El hombre tiene un pulmón perforado.

La Policía de Tránsito informó que Salazar no tenía licencia, el carro que andaba era de un familiar y no tenía los papeles al día. Además, según el oficial Hugo Sánchez ni él ni la pequeña usaban el cinturón de seguridad.

En la buseta viajaban el conductor Luis Paulino Zumbado Esquivel, de 22 años, el acompañante Óscar Ortega Díaz y un niño de 11 años de la escuela privada Montecarlo.

“Yo vi que el carro venía de frente muy rápido y metido en mi carril, primero le hice cambio de luces, le pité varias veces y frené, pero ya lo tenía encima. Él trató de quitarse pero siempre me dio de costado, el choque fue fuertísimo, se me torció el volante y el chasis quedó dañado, al último asiento se le quebrararon las bases”, narró Zumbado.

El conductor asegura que él en lo primero que pensó fue en sus acompañantes, pero por suerte los dos usaban los dispositivos de seguridad.

“Ellos venían sentados en los asientos que dan de espalda con el parabrisas, yo les pregunté que si estaban bien y me dijeron que sí, nosotros siempre andamos sillas y bousters para los niños que los necesitan, mi compañero se tiró de la buseta a ayudar porque en el carro había  heridos y él es voluntario, yo lo único que acaté fue a llamar al 911 porque la chiquita se quejaba de mucho dolor”, dijo Zumbado.

Don Miguel nos contó que el daño de la micro supera los ¢7 millones y  tenían un año haciendo la ruta de La Marina – Aguas Zarcas, la cual  habían eliminado porque el tramo entre Aguas Zarcas y el cruce de Los Chiles, pasando por Caporal, es peligrosísimo.

“El chiquito que llevábamos lo recogimos de primero porque el papá nos pidió el favor. Él tenía algo que hacer, nunca era el primero, pero gracias a Dios que  no le pasó nada”, dijo el dueño de la buseta.

Don Miguel y su hijo aseguran que ellos siempre cumplen con todas las medidas de seguridad para proteger la vida de ellos y de los pequeños que les encomiendan, además,  la escuela para la que trabajan es muy responsable y seria en ese asunto.

“Imagínese que nosotros tenemos que subir a todos los chiquitos, revisar que vayan con el cinturón, cada vez que uno se sube o se baja hay que apagar la buseta por seguridad y siempre alguien va con ellos, fue un susto bien grande”, comentó Miguel.

La buseta solo tenía seguro por daño a terceros y a los pasajeros.

Según informó una familiar de Víctor Antonio, están a la espera de que a él lo trasladen al Hospital del Trauma, mientras que a la pequeña,  quien estudia en la escuela Mario Salazar Mora, en Aguas Zarcas, el martes la operaron  de su carita y se está a la espera de ver si  la tienen que intervenir de nuevo en los pómulos. Ella está sedad

Entre los requisitos que se exigen a los conductores de busetas que trasladan estudiantes están los dispositivos de seguridad: sillas para los niños, cinturones en excelente estado, además los niños deben viajar acompañados y las busetas no pueden tener más de 20 años de antigüedad.

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