Una potente onda y tropical ubicada al este de Trinidad y Tobago podría convertirse en una depresión tropical o ciclón y provocar fuertes estragos en nuestro país. Las lluvias de los días pasados han provocado la saturación de los suelos y la llegada del ciclón agravaría aún más la situación.

Pero, ¿qué es un ciclón y cómo nos puede afectar? Los ciclones tropicales son sistemas organizados de nubes y tormentas, que giran alrededor de un sistema de baja presión.

De acuerdo con información del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), un ciclón tropical puede desarrollarse en latitudes tropicales o subtropicales y debe tener una circulación definida de viento. Los vientos de un ciclón tropical rotan en sentido contrario a las manecillas del reloj en el Hemisferio Norte. En el Hemisferio Sur rotan en sentido contrario.

La Zona Tropical es la franja planetaria comprendida entre los paralelos Trópico de Cáncer y Trópico de Capricornio, y la ubicación de nuestro país en esta región le confiere características tropicales a su entorno ecológico. El clima tropical de nuestro país, es modificado por diferentes factores como el relieve (la disposición de las montañas, llanuras y mesetas), la situación con respecto al continente (condición ístmica), la influencia oceánica (los vientos o las brisas marinas, la temperatura de las corrientes marinas) y la circulación general de la atmósfera. La interacción de factores geográficos locales, atmosféricos y oceánicos son los criterios principales para regionalizar climáticamente el país.

La orientación de nuestro sistema montañoso divide a Costa Rica en dos vertientes: Pacífica y Caribe. Cada una de ellas presenta su propio régimen de precipitación y temperaturas con características particulares de distribución espacial y temporal. Dependiendo de las condiciones atmosféricas y oceánicas en las que se desarrolla, los ciclones tropicales pueden intensificarse aumentando la velocidad del viento y volviéndose sistemas mejor organizados que los acompañan. La Organización Meteorológica Mundial estableció en 1999 que se clasifican de la siguiente forma según:

DEPRESIÓN TROPICAL: ciclón tropical en el que el viento medio máximo a nivel de la superficie del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 62 km/h o inferior. Agrupa nubosidad y lluvias pero las bandas de nubes no están bien delimitadas y son dispersas.

TORMENTA TROPICAL: ciclón tropical bien organizado de núcleo caliente en el que el viento promedio máximo a nivel de la superficie del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 63 a 117 km/h. Con una mejor estructura a través de la troposfera, comienzan a formarse bandas nubes convergiendo hacia el centro del sistema.

HURACÁN: ciclón tropical de núcleo caliente en el que el viento máximo promedio a nivel del mar (velocidad promedio en un minuto) es de 118 km/h o superior. Es un sistema totalmente organizado en toda la troposfera con bandas de lluvia bien delimitadas alrededor del centro del sistema de baja presión.

Bajo Vigilancia

El IMN mantiene estricta vigilancia sobre la onda tropical número 13, ya que podría alcanzar la categoría de ciclón en las próximas horas. De ser así, podría traer vientos de 62 km/h. De superar esa velocidad, se le asignará un nombre y se categorizará como tormenta tropical.

En el país, la Comisión Nacional de Emergencias coordina ya con el IMN para determinar las acciones a seguir si la situación toma mayores dimensiones.

De momento, la onda tropical se mueve a 37 km/h y de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (NHC por sus siglas en inglés) se estima un fortalecimiento a ciclón tropical conforme ingrese al Mar Caribe en los próximos días. El IMN continúa en estricta vigilancia de este sistema y su eventual desarrollo, y evalúa el grado de afectación que el mismo podría tener cuando se acerque a la región.