Sucesos

¿Qué pasó con?: Atropello no frenó su deseo de trabajar en la Cruz Roja

El día que doña Isabel Jiménez entraba a trabajar como cruzrojista permanente sufrió un accidente que la dejó en silla de ruedas

EscucharEscuchar

La historia de doña Isabel Jiménez es de esas que vale la pena leerla una y otra vez para darse cuenta que la vida hay que enfrentarla con una sonrisa, sin importar lo que se venga.

Doña Isa sufrió un accidente que la obligó a usar silla de ruedas por el resto de su vida, pero ni tan duro golpe opacó su positivismo.

Esta valiente fue atropellada por un carro el 18 de febrero del 2016, a las 5:40 de la tarde, en Santa Ana. Ella era voluntaria de la Cruz Roja y precisamente ese día entraba como permanente a la Benemérita, por lo que estaba muy ilusionada.

"Yo recuerdo que iba caminando y después lo único que sé es que desperté en el Hospital San Juan de Dios y pregunté si fue que habíamos tenido un accidente en la ambulancia y fue cuando me contaron que un carro me atropelló", recordó Jiménez.

La mujer fue embestida por un carro por la espalda, pegó contra la trompa, el parabrisas y el techo del automóvil y terminó metida en una cuneta.

"Los compañeros con los que yo entraba en ese turno tuvieron que atender mi accidente, ellos pensaron que yo estaba muerta, pero cómo vieron que no, me dieron todos los cuidados necesarios y me llevaron al hospital", dijo Isabel.

Al parecer, el conductor se había distraído con algo y por esa razón perdió el control del carro y provocó el accidente.

"Sufrí fractura de tibia y de peroné expuestas; fractura de esternón, ahí un hueso se me montó en otro; un golpe en el cráneo del lado izquierdo de la cabeza. Además, se me quebró la vertebra torácica T4, otras vértebras también sufrieron fracturas menores, cuando me operaron por lo de la T4 no había como remendarla y me quitaron lo que me quedó, cuando se quebró cortó la médula osea", explicó doña sobre la lesión por la cual anda en silla de ruedas.

Esta socorrista perdió la movilidad y sensibilidad del pecho para abajo, puede mover la cabeza, los brazos y manitas.

"Del muchacho que me atropelló nunca supe nada, el papá en algún momento llamó a mi casa dos veces para preguntarle a mi esposo como estaba yo", aseguró la vecina de Brasil de Santa Ana.

Está mujer estuvo 22 días en Cuidados Intensivos y pasó dos meses y medio en el Hospital del Trauma. Asegura que el dolor físico no la abandona, va a muchas consultas médicas, toma tratamiento para disminuir las molestias, pero no pierde la sonrisa ni las ganas de vivir y seguir en la lucha.

"Yo me río mucho, tengo muy buena actitud, no he llorado el accidente porque yo lo asimile, lo cuento a cada rato y a quien me pregunte, pero además, lo más importante de todo lo que me pasó es que estoy viva, aquí estoy con mi familia y la gente que me quiere", dijo Jiménez.

Doña Isabel pasa bastante tiempo acostada porque tiene un cateterismo para extraerle la orina, pero asegura que cuando puede andar en la silla de ruedas aprovecha para ir a la iglesia y algunos fines de semana se va a ayudar en lo que puede a la Cruz Roja.

Ella asegura que sus compañeros tuvieron que recibir ayuda psicológica por lo que a ella le pasó, pero esta luchadora siempre trata de transmitirles la alegría con que ella vive y provoca gran admiración porque nunca se ha quejado por lo que le sucedió.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.