Sucesos

¿Qué pasó con? Guarda lucha por ser más fuerte que accidente

Va para dos años de bombazo en moto y sigue en recuperación

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Don Marvin Leiva Zúñiga, de 59 años, no permitió que un accidente en moto le arrebatara las ganas de vivir y de salir adelante.

Este valiente, aunque sigue en tratamiento, asegura que le pone bonito porque el mamellazo que sufrió jamás será más fuerte que él.

El 2 de abril del 2017, don Marvin iba en moto para el trabajito como guarda de seguridad privada. Entraba a las 2 p. m. y salía a las 10 p. m., pero cuando apenas iba por San Bosco de Mora un carro manejado por un extranjero invadió el carril y lo atropelló.

“Yo quedé debajo del carro, me pegó de frente, en seco, varios buenos samaritanos llegaron a ofrecerme ayuda, pese a lo grave yo nunca perdí la conciencia, y lograba escucharlos, algunos paraban los carros, y otros trataban de ver cómo levantaban el vehículo para sacarme, una muchacha hasta peleó con un chófer de bus para que no pasara, unos doctores que pasaban por ahí me atendieron”, recordó el vecino de Charcón de Estero, de Puriscal.

A este papá de dos mujeres lo llevaron al hospital San Juan de Dios donde estuvo internado mes y medio. Ahí lo operaron de la mandíbula, de los intestinos, los cuales se le perforaron y de la pelvis, que del impacto se le fracturó.

“Estuve entubado y en cuidados intensivos, lo más grave fue que ahí se me pegó una bacteria que impedía que mi estómago sanara”, contó.

A don Marvin lo llevaron al INS donde estuvo otros dos meses más, ahí lo operaron y le pusieron una placa en la pelvis.

“El doctor me dijo, no tengas miedo que pronto vas para tu casa, pero cuando me operaron me perforaron siete centímetros de la vejiga, fue un calvario porque me operaron cinco veces más, pasé tiempo con sondas en la casa, y luego regresé al hospital para que me operaran la mandíbula, ya que me la habían dejado mal montada, me la tuvieron que quebrar en dos partes para montarla bien y me pusieron seis tornillos para sujetarla”, dijo el sobreviviente.

Pese a la guerreada no pudo volver al trabajo, porque tantas operaciones le provocaron una hernia y lo tienen que volver a operar. Está en lista de espera. Su esposa, sus hijas y un pequeño subsidio le permiten seguir adelante.

“De algo sí estoy seguro y es que Dios hizo un milagro en mi vida, ya que volví a nacer y hoy puedo dar testimonio, el próximo dos de abril cumpliré dos años de haber sido atropellado, y aunque no puedo trabajar, sí puedo dar testimonio que Dios nos ama y da la oportunidad de vivir y decir que la vida tiene un valor muy especial he incalculable”, dijo.

“Yo le aconsejo a las personas que han sufrido un accidente que no se desesperen, porque sí se puede salir adelante, todo tiene un propósito”.

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