Reo de cárcel aislada por COVID-19: “Un brote del virus sería una sentencia de muerte”

Justicia suspendió el cambio de policías penitenciarios, por lo que los compañeros del oficial contagiado son los que atienden a los reclusos

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Los reos de la Unidad de Admisión Integral Reinaldo Villalobos, en San Rafael de Alajuela, están con mucho miedo de que se propague un brote de coronavirus, luego de que un oficial penitenciario de esa unidad diera positivo con la enfermedad.

Los encargados del centro reunieron a los privados de libertad este domingo 19 de abril, en la tarde, en el gimnasio de la institución para darles la mala noticia y decirles que a partir de ese momento el personal policial, administrativo y técnico quedaría en cuarentena en la cárcel, es decir, durante dos semanas no podrán salir para nada.

Patterson Esquivel, más conocido como el torero improvisado Laisa, es uno de los privados de libertad que está preso en la institución y este lunes dijo a La Teja vía telefónica que él y los demás reclusos temen lo peor.

"Cuando nos dieron la noticia nos sentimos asustados y a la vez molestos porque ya muchas veces les habíamos dicho a los encargados del centro que nada hacían quitándonos las visitas conyugales y familiares a nosotros si los policías penitenciarios entraban y salían como si nada.

“Esto se veía venir, pero ahora que llegó nos preocupa mucho más porque aquí no nos dan alcohol en gel, ni guantes, ni tapabocas ni nada, nos dicen que no es factible por la gente alcohólica que hay aquí, pero yo pienso que nada pasa si un oficial, por ejemplo, mantiene una botellita en la entrada de cada residencia para que uno se aplique el alcohol en gel ahí delante de él”, dijo Esquivel.

“Sentimos que un brote de coronavirus sería como una sentencia, pero de muerte, aquí hay muchas personas con hipertención, por ejemplo, que hasta tienen dieta especial por su padecimiento. Los policías nos dicen que ya adecuaron lugares para tener a las personas que puedan llegar a contagiarse, pero aquí hay 763 privados y nos dicen que no pueden garantizar ni siquiera un respirador”, añadió.

Laisa dice que cuando llamó a los papás para contarles lo que estaba pasando ellos se preocuparon mucho.

“Mi mamá se puso muy triste, yo le dije que no se preocupara, que si en más de 20 años no me había matado un toro en los redondeles menos me iba a matar una gripe, pero se lo dije de la boca para fuera para que no se preocupara, por supuesto que siento miedo”, aseguró el recluso.

Polis siguen directo

Debido a la delicada situación que enfrenta el centro, Justicia tomó la medida de que no se diera el cambio de escuadra policial que correspondía para este lunes.

“Hemos decidido que el personal que estaba en el centro cuando se descubrió el caso de coronavirus se quede adentro durmiendo los próximos 14 días. Ahí están los oficiales, personal administrativo y hasta la directora del centro”, detalló Fiorella Salazar, ministra de Justicia.

“Ya habíamos acondicionado lugares previendo este tipo de situaciones y los funcionarios han entendido muy bien todo esto, ellos están anuentes a cumplir con las medidas tomadas; los oficiales penitenciarios son responsables y están cumpliendo con su deber”, añadió.

La ministra dijo que debido a que no se dio el cambio de escuadra, los compañeros del oficial contagiado son los que siguen cuidando a los privados de libertad.

"El policía que dio positivo fue incapacitado y enviado a su casa a aislamiento, yo estuve hablando con él por teléfono y su condición de salud es bastante buena.

“Hay otros tres oficiales que fueron los que tuvieron contacto con él, ellos están aislados en el centro, no tienen contacto con nadie. Ya se les hicieron las pruebas para saber si están contagiados, estamos a la espera de los resultados”, expresó la ministra.

Esos cuatro uniformados son custodios de los que acompañan a los reclusos a las diligencias que tienen que hacer fuera de prisión como audiencias o citas médicas.

La ministra dijo que los demás policías no tuvieron contacto con el oficial infectado, por lo que continúan haciendo sus labores con normalidad.

Al consultarle sobre el comportamiento de los presos, la jerarca dijo que ellos también han comprendido y desde que se les suspendió la visita han colaborado en todo lo que se les ha pedido.

“Sabemos que ellos manejan grandes cantidades de estrés y por eso hemos organizado en todos los centros penitenciarios actividades deportivas y culturales para que estén activos”, detalló Salazar.

Patteron dijo que en la Reinaldo Villalobos acondicionaron una cancha de voleibol y una de baloncesto, pero aún así el ambiente es complicado.

“No tienen idea la tensión que se maneja aquí adentro, cuando le quitan a uno la visita le quitan el contacto con la gente que uno quiere y con el exterior. Además, cuando vienen a verlo a uno le traen mil pesitos, una prestobarba, un desodorante, las cositas que uno necesita y que aquí no le dan; hay tanto estrés que hasta por preguntar la hora se puede armar un pleito”, relató Laisa.