Dos hermanitos, de uno y tres años, que estuvieron en medio un allanamiento de drogas realizado hace más de una semana están recibiendo ayuda sicológica.

Según informó el Departamento de Prensa del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), los chiquitos actualmente están en la casa de un familiar y reciben atención por parte de sicólogos para que superen el trauma de ver a los agentes judiciales entrar armados a la cabina en la que estaban los chiquitos junto a su mamá, un tío abuelo de ellos y tres conocidos más.

“El allanamiento se dio el jueves (23 de agosto) en la tarde y un día después los niños fueron entregados a un familiar, luego de hacerles una valoración.

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“Lo que se pretende con eso es alivianar el golpe sicológico que experimentaron los chiquitos al haber vivido el allanamiento y, además, tener que separarse de la mamá. Es por eso se busca alguien de la familia que pueda encargarse de ellos durante este proceso”, informó Fanny Cordero, vocera del PANI.

Están vigilados

La funcionaria agregó que ahora los angelitos y los familiares que los tienen a cargo están recibiendo atención y seguimiento por parte del PANI.

“La oficina de San José se ha encargado de entrevistar a los allegados de los niños y también a vecinos para verificar que no corran peligro en su nuevo hogar. Si es necesario los encargados recibirán un subsidio económico para ayudar con los gastos de los menores”, explicó Cordero.

Si dentro de seis meses la mamá de los menores continúa presa, el PANI le pedirá a un juez que la custodia sea entregada de manera oficial a los familiares que ahorita están cuidando a los hermanitos.

Según informó el OIJ, la mamá de los pequeños, de apellido López, los ‘usaba’ para tapar la operación narco que ella y un grupo de compinches tenía.

La banda alquilaba una cabina en Quebrada Ganado, Puntarenas, en la que tenían almacenados 1.102 kilos de cocaína. Ellos fingían ser turistas para despistar, pero tenían un montón de armas de grueso calibre para custodiar la mercadería ilegal en caso de que alguien intentara robárselas.

La mamá de los chiquitos fue la que hizo la reservación de la cabina. Ella iba con frecuencia a la piscina con los menores para aparentar que iban al lugar a vacacionar.

La Policía judicial dijo que el líder del grupo es un tío de la mujer, quien también es de apellido López. Los demás miembros de la organización criminal son dos hombres de apellidos Cortés y Chaves, así como otra sospechosa de apellido Varisco.

Al parecer, la banda tenía pensado mandar la coca para México.