Sucesos

Sobreviviente da testimonio con el fin de cambiar vidas

Hombre le tiró ácido de batería en los ojos.

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Don Mauricio Bustamante Brenes perdió la vista de una forma cruel, pero gracias a su testimonio de fe y las ganas de salir adelante se ha convertido en un ángel para muchas personas.

El 22 de diciembre del 2001, Bustamente, quien es vecino de Hatillo 2, conducía su carro a eso de las 11 de la noche, por el puente de los Anonos cuando en el centro del puente se topó con otro carro, él frenó para que el otro vehículo pasara, pero el chofer le tiró ácido de batería en los ojos sin ningún motivo.

"Mis ojos fueron los más afectados, la Policía determinó que lo que me pasó fue un atentado y nunca se pudo dar con el responsable, por lo que el caso quedó impune. En aquel momento yo solo veía una luz, incluso en el 2004 me operaron porque existía la oportunidad de ponerme una cornea artificial", relató Bustamante.

Aunque don Mauricio y su familia tenían la esperanza de que esa operación le devolviera la vista, no fue así.

"Yo seguía viendo como una luz, pero no lograba identificar las siluetas o saber qué era lo que se me acercaba. Con el tiempo ese espacio de luz fue disminuyendo hasta que ya no vi nada más, la retina de los ojos se había desprendido y ya no había nada que hacer", relató Bustamante.

Mauricio asegura que el día que el médico le dijo que no volvería a ver, tan solo atinó a salir de la clínica e irse a sentar.

"Lloramos muchísimo los dos (su novia y él), pero escuché una voz que dos veces me dijo: 'Mauricio... Mauricio, tu no dependes de tus ojos, sino de mí'. Sentí una gran paz y le dije a mi novia que ahora dependíamos de Dios y nos fuimos más tranquilos", dijo este valiente, quien es mecánico de frenos.

Don Mauricio aprendió a ver con su alma en el 2005. El se casó con una muchacha que conoció en la iglesia y con la que tiene dos hijos, una de 16 años y otro de 9 años.

"Fue difícil y no le niego que tuve pensamientos tristes, pero decidí salir adelante por mí, y por mi familia. Aprendí técnicas de movilidad y ahora se las enseño a otras personas que tampoco pueden ver, he ido a capacitar a gente en la Asamblea y en el Poder Judicial, todo ha sido para bien y para servir", dijo este valiente.

Bustamante también se dedica a dar charlas de motivación en todos aquellos lugares en donde lo invitan.

"Voy a escuelas, a colegios y a comunidades lejanas, hasta a la cárcel he ido para contarles lo que me pasó y a decirles que sí se puede salir adelante. Hemos visto milagros en la gente con mi testimonio, yo le llamo el relato de las cicatrices", dijo Mauricio.

Él asegura que muchas personas le agradecen el mensaje que les ofrece, especialmente si se los da en un momento de dificultad. Para dar sus charlas don "Mau" viajaba hasta en bus, ya que él no tiene límites. Además asegura que lo apoyan mucho en su casa y que tiene un carrito, por lo que nunca falta alguien que se ofrezca a jalarlo de un lado a otro.

"Siempre le digo a la gente que no todo es para siempre y que la peor batalla es la que no se ha peleado. Hay que tener una buena actitud, porque con esa actitud vamos a determinar la altura hasta la que queremos llegar, porque lo mejor siempre está por venir", dijo.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

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