Una familia, vecina de Osa de Puntarenas, vive momentos de mucho dolor luego de que don Rosario Jesús Contreras Contreras, de 74 años, falleciera producto de un trágico atropelló.
Don Jesús, como todos los conocían en la zona sur del país, murió la tarde del miércoles 25 de junio en el Hospital de Ciudad Cortés, donde luchaba por las heridas que sufrió en el accidente.
Su sobrina, Ingrid Hernández, nos contó que la fatalidad ocurrió el lunes a 800 metros de la casa.
“Mi tío estaba pensionado, pero él andaba caminando por todos lados; era un señor que, pese a su edad y a que trabajó demasiados años en fincas bananeras de la zona y en Palma Tica, pese a estar pensionado, no se quedaba quieto, siempre buscaba qué hacer”, dijo Ingrid.
El lunes 23 de junio él le dijo a su sobrina que iba a salir a hacer unos mandaditos, pero que al rato regresaría.
“Él salía así, y al ratito volvía, pero el lunes nosotros empezamos a ver que se estaba oscureciendo y pasaba el tiempo y nada que llegaba. Decíamos: ‘qué raro que no ha llegado Jesús’, pues él no se tardaba. En eso nos asustamos y empezamos a escuchar una ambulancia cerca de la casa, pero jamás imaginamos que había pasado algo”, relató la sobrina.
“Al rato nos llamaron para avisarnos que él iba caminando y una moto lo había atropellado frente al rancho Palmarín en Osa. Ese es un lugar, aquí, donde hay accidentes muy feos a cada rato, porque es demasiado oscuro”.
Al señor lo llevaron al Hospital de Ciudad Cortés, pues las lesiones en la cabeza y, en la cara eran terribles; además, tenía varias fracturas, incluso, en una pierna.
Los médicos le aseguraron a la familia que la situación era muy crítica y tenían que prepararse para lo peor, porque el tío estaba muy malito; sin embargo, él luchó hasta al final hasta que, finalmente, las lesiones se lo llevaron.
“Nosotros creemos que el señor de la moto no lo vio y por eso ocurrió esta tragedia. No sabemos qué pasó con el motociclista, porque le preguntamos al doctor, pero nos dijo que solo entró un paciente al hospital por ese accidente y era mi tío”, dijo la mujer.
Ella manifestó que la noticia los ha afectado profundamente, pero también tienen la paz de que pudieron dar a su tío lo que él más deseaba: amor, paz y compañía.
“Mi tío estaba pensionado, pero él vivía solito. Aquí en la zona era muy conocido porque trabajaba demasiado. La gente ha estado muy solidaria con nosotros y nos da mensajes de apoyo, porque lo querían muchísimo, pues él se llevaba bien con todos”, comentó.
“Era muy alegre y cuando se tomaba algún traguito se ponía a cantar y donde iba y se topaba con alguien, les cantaba con mucha alegría”, añadió la señora.
Ingrid señaló que a la edad de su tío lo que más anhelaba era estar bien y por esa razón ella y su hermano le ofrecieron un cuarto en la casa de ellos para vivir.
“Ya tenía un año de estar con nosotros, se sentía bien y feliz, pero sobre todo, lo que él más quería para su vejez, era estar con personas que lo hicieran sentir protegido en un hogar, porque nunca tuvo hijos y nosotros éramos su única familia”, indicó la sobrina.
La familia de don Jesús es muy humilde y necesita terminar de cubrir los gastos del funeral y traslado del cuerpo hasta donde viven, que es bien lejos, por lo que si alguien les desea dar una manita, puede ayudarles por medio del Sinpe móvil, al número 8389-5023, a nombre de Ingrid Hernández.
La estadística más reciente de muertes por atropello es hasta abril, en la cual se reportaban 40 personas muertas en ese tipo de accidente.