Sucesos

Socollón en Tierra Blanca recordó la tragedia del volcán Irazú

Brumosos pasaron una noche y una madrugada movidas

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El socollón que se sintió la noche de este miércoles en Llano Grande de Cartago hizo que don Gonzalo Monge recordara las erupciones del volcán Irazú en marzo de 1963 porque desde aquel año no se sentía un temblor tan bravo en esa comunidad brumosa.

El meneón fue registrado por el Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori) a las 7:41 p.m. Tuvo una magnitud de 4,4 grados y el epicentro estuvo 5 kilómetros al norte de Llano Grande. Además, el socollón desencadenó una serie de 8 réplicas con magnitudes entre los 2,5 y 3,3 grados, todas entre Llano de Cartago y Tierra Blanca.

En cuanto al origen de los temblores, Eliécer Duarte, del Ovsicori, explicó que de momento no se puede hablar de una falla en concreto. El experto indicó que los socollones podrían estar relacionados con deslizamientos que se han reportado en las laderas norte y noroeste del volcán Irazú. Hace falta investigar.

Don Gonzalo lo que sabe es que el temblor del miércoles le pegó un buen susto y de inmediato llegó a su memoria aquella erupción que vivió junto a su familia cuando él era un niño.

“Para la emergencia del volcán Irazú yo tenía como seis años y me acuerdo muy bien todo lo que pasó, los temblores y las inundaciones, por eso puedo decir que de ahí para acá hasta ahora siento un temblor así, porque sí han pasado, pero que sean aquí mismo, no”, dijo.

El señor, quien se dedica a trabajos de construcción, también dijo que se encontraba desvelado, no tanto por el susto del socollón de las 7:41 p.m., sino porque en la madrugada le movieron la cama en varias ocasiones y se fue en blanco.

“Fueron unos sustos bien feos, ya después de los de la madrugada no pude dormir más, uno solo pasaba pensando si se venía uno mas duro. Creo que a más de uno le pasó porque hay varios desvelados”, comentó.

A doña María Dolores Cepeda, el temblor de la noche del miércoles no solo le pegó un sustazo, sino que también la hizo bretear más de la cuenta dentro del minisuper Llano Grande.

Doña María Dolores fue una de las tantas personas a las que les movieron el piso en la mañana.

“Yo a esa hora (7:41 p.m.) estaba trabajando aquí, fue un buen socollón, botó casi todas las cositas más ligeras que tenemos acomodadas en los exhibidores, entonces me tocó recoger todo y ponerlo en su lugar otra vez”, añadió.

Gerardo Cedeño, quien tiene 52 años de vivir en Llano Grande, dijo que él y su familia tuvieron una noche y una madrugada movidas.

“Tembló toda la noche, pero el más importante fue el que pasó después de las siete de la noche, ese sí fue bien duro. En la madrugada sentí como cuatro, pero mi hijo me dijo que él sintió muchos más”, contó.

Don Gerardo explicó que, aunque él es un poco pendejo para los socollones, tuvo que armarse de valor para no salir corriendo durante la madrugada.

Adrián Galeano Calvo

Adrián Galeano Calvo

Periodista de Sucesos y Judiciales en el periódico La Teja desde 2017. Cuenta con un bachillerato en Relaciones Públicas de la Universidad Latina y una licenciatura en Comunicación de Mercadeo de la UAM. En el 2022 recibió el premio a periodista del año del periódico La Teja.

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