El torero improvisado Evelio Zúniga Zúñiga, a quien le dicen "el Negro", voló cuatro metros el sábado pasado en el la transmisión de "Verano toreado" y dejó a todos con la boca abierta, porque cayó de pie y apenas tiene unos golpecitos.
Este vecino de la costa de Lepanto de Puntarenas, nos contó ayer que está en reposo, pues le ha tocado cuidarse el tobillo izquierdo, que lo tiene inflamado, y también las rodillas.
El animalón que lo levantó es el Papatita, que pesa más de 500 kilos y es propiedad de José María Jiménez, conocido como "Chemy Jiménez", de la Hacienda Santa Marta.
Desde hace dos años el Negro va a todas las corridas de "Verano toreado" y, según nos contó, se ha llevado varios sustos, pero ninguno como el del sábado, a las 5:15 de la tarde.
"Yo pasé a la par del toro, era un animalón y me embistió, no sé cuántos metros me fui para arriba. Me asuste mucho, cuando caí como que las dos piernas me sostuvieron y en eso pegué un carrerón y me refugié. Todos me preguntaban si me sentía bien, porque aquello dicen que fue impactante. La gente creía que me iba a salir del redondel", contó Zúñiga.
Eso sí, los compañeros lo llevaron a la Cruz Roja, donde lo inyectaron y lo mandaron para la casa a chinearse por unos días.
"Mi mamá y mis tías estaban asustadísimas, es que dicen que fue como de película, mi mamá siempre me encomienda a Dios para que me cuide en todas las corridas, por dicha fue mínimo lo que me pasó", dijo Zúñiga.
Mario Guadamuz, quien está a cargo de los improvisados, aseguró que el levantín fue sorprendente.
El próximo "Verano toreado" es el otro fin de semana en Nandayure, Guanacaste. El Negro asegura que espera ya estar bien recuperado, pues está deseando regresar a la arena.
"Uno siempre se lleva sustos, pero la verdad es que esto es algo que a mi me gusta mucho", dijo Zúñiga.