Sucesos

Taxista asesinado en Orotina era un papá con alma aventurera que andaba fotografiando el país

Wálter Ugalde, conocido como ‘Pato’, disfrutaba montones adentrarse en el mar en kayaks

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“Pato Pietro” es el apodo con el que llamaban a Wálter Ugalde Calvo, de 37 años, un reconocido kayakero y taxista de Esparza, Puntarenas.

Él se convirtió en una de las víctimas más recientes de la delincuencia del país ya que fue asesinado de cuatro balazos, los cuales recibió en el tórax, la cabeza, en el abdomen y cerca de las costillas. Tras dispararle, lo dejaron abandonado en Orotina, sobre la ruta 27, y le robaran el taxi en el que andaba trabajando.

Pato luchó por su vida durante varias horas; sin embargo, cuando logró llegar al hospital Monseñor Sanabria de Puntarenas, su corazón dejó de latir la madrugada del viernes 8 de abril.

Desde ese momento, las redes sociales y mucha gente de Esparza se desbordó en muestras de cariño hacia él y aseguran que Wálter era una persona que ayudaba a quien lo necesitara y siempre saludaba a todo mundo.

Con caravana y pitos despiden a taxista asesinado en Orotina

Él era papá de una muchacha de 17 años y de un menor de 12 años, en fotos se nota que le gustaba compartir con ellos e incluso llevó al estadio Nacional a su hijo para disfrutar del partido de la Sele ante Estados Unidos, el pasado 30 de marzo.

Laura León, amiga del taxista, contó que lo conoció debido al amor por las aventuras en kayak, lo cual los llevó a recorrer kilómetros remando hasta llegar a paradisíacas playas.

“Por él puedo meter las manos al fuego y asegurar que era un muchacho con un enorme potencial, no tenía vicios. Lo único, y como cualquier persona, era que se tomaba sus birras de vez en cuando, le encantaba conocer lugares, además era apasionado por la fotografía, tenía un montón de equipo y siempre publicaba hermosos paisajes”, recordó León.

Agregó que Pato tenía tres kayaks y una ‘paddle board’ (tabla para andar de pie sobre aguas tranquilas).

“Siempre invertía para fotografiar la vida. Si no andaba en su moto recorriendo cada rincón del país, iba en kayak conquistando puntos remotos y lindos en el mar, todas esas imágenes nos las compartía y ahora nos quedamos sin esas fotos que siempre nos regalaba.

“Además tocaba el violín, era una persona tan llena de energía, de amor por la naturaleza y la aventura”, señaló León.

Un hombre muy pulseador

Laura afirmó que Wálter trabajó como operador de maquinaria en la empresa Aluminios Nacionales (Alunasa), propiedad del estado de Venezuela; sin embargo, durante la pandemia se quedó sin trabajo y decidió pulsearla con un taxi que le alquilaban.

“Siempre le dije que tenía tanto potencial, que buscara otro trabajo, pero en la zona no hay mucho y mientras fuera una labor honrada, él ahí se mantenía.

“Lo último que sé es que siempre comenzaba a trabajar a las dos de la tarde y terminaba a la medianoche, pero ese viernes él llamó a la novia y le dijo que casi no había tenido servicios, que se iba a quedar un rato más, la muchacha le insistió para que no lo hiciera, pero él le dijo que solo agarraría una llamada que había entrado en la que le pedían un servicio y regresaba a casa”, detalló la amiga.

Sin embargo, Pato nunca llegó por ese cliente ni tampoco volvió a casa.

“Los allegados se dieron cuenta, cerca de la una de la mañana, que estaba desaparecido, esto porque llamaron de nuevo a la central de taxi diciendo que el taxi nunca había llegado, desde ese momento trataron de contactar a Pato, pero no hubo forma”, agregó.

Durante ese tiempo fue cuando unos hombres lo habrían abordado, pero se desconoce si lo amenazaron o de qué forma lograron que se detuviera.

En taxi a búnker

La muerte de Ugalde estaría relacionada con otro fallecido ya que el OIJ maneja la versión de que unos tipos llegaron en un taxi hasta un búnker en la calle Los Abuelos, en la ciudadela La Calderón de Esparza, el viernes en la madrugada, y mataron a un colombiano de apellidos Pérez Amesquita, de 28 años.

Supuestamente Pato y Pérez ni se conocían.

Luego los mismos pistoleros habrían disparado contra el taxista, quizás para no dejar testigos, y el carro se lo llevaron. Este fue hallado hasta la mañana del sábado siguiente en un guindo en Carit de Santiago, en Puriscal.

“Nos dicen que él, como siempre, luchó por su vida, llegó diciendo incoherencias al hospital, seguro quería decir lo que había pasado, él tuvo que haber pasado varias horas luchando al lado de la calle hasta que alguien lo vio y llamó al 911, era un muchacho fuerte y sano, no me quiero imaginar todo lo que sufrió en sus últimas horas”, expresó su amiga Laura.

El sábado pasado, los compañeros taxistas le hicieron una caravana y llevaban uno de sus kayaks por Esparza para despedirlo.

El martes en la mañana hubo otra caravana y de nuevo estuvieron kayakistas y la fuerza roja, pues las cenizas las sepultaron en el cementerio de Esparza junto a las de la abuelita de él.

“Remaré y remaré todo el tiempo que pueda... y en cada aventura te recordaré disfrutando de la vida intensamente como lo hicimos siempre juntos”, dijo su amiga de aventuras Laura.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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