Un mejenguero necesitó atención médica luego de ser mordido por una terciopelo en la plaza de fútbol de San Pablo de Turrubares.
El muchacho estaba jugando cuando ocurrió la emergencia. Los bomberos de Puriscal recibieron la alerta a las 10:25 de la mañana de este domingo.
Los lugareños mataron al animal con un machete que le clavaron en la cabeza.
Jim Batres, de la Dirección Nacional de Gestión de Riesgo y Respuesta a Emergencias de la Cruz Roja, explicó que la emergencia ocurrió por donde están los camerinos de la cancha.
“En apariencia se trataba de uno de los jugadores, fue llevado de emergencia al Centro de Atención Integral de Puriscal”, dijo Batres.
No trascendió la identidad del joven, ni tampoco en cuál parte del cuerpo fue la mordedura. Tampoco fue posible determinar si se encuentra bien de salud.
Lluvias alborotan culebrones
Danilo Chacón, técnico especializado del Instituto Clodomiro Picado, de la Universidad de Costa Rica, le explicó a La Teja en abril anterior que la terciopelo es la serpiente que más accidentes ocasiona, debido a que su habitad es en charrales y se ha adaptado muy bien a las zonas alteradas por el hombre, donde encuentran comida.
Agregó que las han visto en Ciudad Colón y La Garita de Alajuela, donde antes se veían muy poco. Además, dice que no existe ninguna barrera física que les impida llegar a San José, por lo que hay que tener mucho cuidado en casas, debido a que con las lluvias se alborotan.
Las serpientes terciopelos son venenosas.
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En esta época de lluvia se dan los nacimientos de estas culebras y a finales de la época es la etapa reproductiva de los adultos.
Además, la gran cantidad de lluvias provoca que se saturen los terrenos de agua y las serpientes se ven obligadas a buscar refugios en lugares secos (bodegas, galerones, talleres, casas, etc).
Algunas claves para distinguir una serpiente venenosa de una no venenosa, es que las primeras tienen escamas del mismo tamaño y de apariencia es áspera en todo su cuerpo (desde cabeza hasta cola). Mientras que las no venenosas poseen unas escamas mucho más grandes en su cabeza, denominadas placas.