Sucesos

Ternericidio bajo la lluvia

Ladrones retuvieron y golpearon a tres personas para robar ganado

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Dos ladrones aprovecharon un baldazo para recetar un asalto violento.

El hecho se dio este martes, a las 3 p. m., en una zona conocida como Gallo Pinto, en las montañas de La Marina de Guápiles, Pococí.

Según dijeron los afectados, los delincuentes se llevaron 25 terneros de entre 400 y 500 kilos de peso, valorados en unos ¢15 melones.

Los mañosos llegaron debajo de la lluvia a una casa a pedir un techo para escampar.

Los dos cuidadores de la finca Juan Espino, de 66 años, y Salvador Rivas, de 67 años, se compadecieron de los hombres y los dejaron entrar a la vivienda para que no se mojaran.

Apenas cruzaron la puerta, los dos maleantes agarraron por el cuello a los ancianos y los llevaron hasta uno de los cuartos, ahí los golpearon en la cabeza con un garrote y luego les amarraron las manos con un mecate.

Minutos después llegó a la casa un hijo de Juan, de nombre Danilo y de 29 años. Él se extrañó al ver que había gotas de sangre en el corredor, pero no les tomó importancia porque creyó que alguien había sufrido un accidente con un cuchillo o algo así.

Apenas entró a la casa, los delincuentes le cayeron a golpes y lo llevaron al mismo cuarto en el que estaban los viejitos. A él también lo amarraron.

Poco después, los maleantes hablaron con otros compinches para indicarles que metieran el camión a la finca y sacaran el ganado.

Mientras eso ocurría, los ladrones despojaron a los tres hombres de los celulares, las billeteras y otros artículos personales.

Además, agarraron cinco gallinas que dormían en un árbol cerca de la casa y las echaron en un saco para llevárselas.

Antes de irse de la propiedad, los bichos comentaron entre ellos que llevarían las reses a subastas en San Carlos y Limón.

Apenas se fueron los ladrones, los heridos trataron de soltarse, pero lo lograron hasta pasada la medianoche del miércoles, que uno de ellos se liberó de las amarras y desató a los otros dos.

Yeris Martínez, hermana de Juan, explicó que a las 2 a. m. recibió una llamada que le quitó el sueño por el resto de la noche.

“Mi hermano Juan me llamó y me dijo que él, el hijo y el compañero de trabajo estaban en el hospital porque unos ladrones los habían golpeado.

“Fue brutal lo que hicieron con mi familia, ellos me cuentan que estando acostados en la cama los golpeaban muy fuerte con los garrotes en la cabeza sin poder hacer nada por liberarse”, narró la mujer.

Este miércoles en la mañana, varios familiares de los heridos y agentes judiciales recorrieron la finca en busca de evidencias que les permitan dar con los sospechosos.

Al parecer, los delincuentes usaron aceite quemado para tapar los fierros de los animales, ya que dejaron baldes y brochas cerca del corral en el que estaban los terneros. Además dejaron en la finca huellas de zapatos y de un camión.

Este miércoles en la mañana los afectados y los dueños de la finca, una pareja de extranjeros, fueron al OIJ a poner oficialmente la denuncia por el robo y las agresiones.


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