La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) declaró alerta amarilla para los 14 cantones costeros del Pacífico costarricense, tras terremoto de 8,8 grados que sacudió a Rusia la tarde del martes.
Como medida preventiva, don Alejandro Picado, presidente de la CNE, hizo un llamado urgente a suspender todas las actividades acuáticas, tanto recreativas como comerciales, en estas zonas.
Además, solicitó a las embarcaciones pequeñas no hacerse a la mar y pidió a turistas y residentes evitar ingresar al mar.
La oceanógrafa Silvia Chacón, del Sistema Nacional de Monitoreo de Tsunamis (SINAMOT) de la Universidad Nacional, explicó que desde que ocurrió el sismo han estado monitoreando el desarrollo del tsunami.
Según Chacón, el escenario que se espera es similar al ocurrido en enero de 2022, cuando se dio la erupción del volcán submarino en Tonga, cuando se presentaron fuertes corrientes, remolinos, movimientos bruscos del mar, y daños a embarcaciones por el violento comportamiento del oleaje.
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Doña Silvia explicó que los efectos podrían repetirse durante la mañana y primeras horas de la tarde de este miércoles. Las personas deben mantenerse fuera del agua, no navegar en embarcaciones pequeñas y actuar con mucha prudencia en esteros, desembocaduras de ríos y marinas.
Tanto la CNE como el SINAMOT insisten en que la amenaza no es un tsunami tradicional con olas gigantes, sino un fenómeno de corrientes peligrosas que puede generar situaciones de alto riesgo para bañistas, surfistas y embarcaciones livianas.