La tradicional "lagarteada" que se lleva a cabo todos los Viernes Santos en la comunidad de Ortega de Santa Cruz, tuvo esta vez un desenlace trágico.
Uno de los hombres que se metió al río para atrapar al animalote más grande terminó en el hospital debido a las mordidas que le dio un cocodrilo hembra que horas después murió.
El Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) emitió un comunicado ayer en la tarde con el detalle sobre las causas de la muerte del reptil de 3,7 metros de largo.
En el comunicado se detalla que la hipótesis que se maneja es que la cacería provocó en el animal un estado de estrés mortal que lo llevó a sufrir una indigestión.
"Suponemos, por el vómito que detectamos, y por el tamaño del abdomen del cocodrilo, que este sufrió una indigestión que le provocó la asfixia pues tenía el hocico amarrado por seguridad, lo cual le impidió expulsar los desechos", explicó Francisco Ramos.
El funcionario dijo que la muerte del animal debe hacer a las autoridades poner las barbas en remojo sobre si es conveniente que la tradición continúe o no.