Rosa Hernández es una vecina de San Juan de Dios que conocía a las víctimas del mortal incendio en Desamparados. Su casa queda en ruta a la Escuela Sotero González Barquero y siempre los veía pasar.
“Hola, adiós, o hasta una conversada rápida nos pegábamos cuando los veía; nos conocimos en la escuela, yo soy nicaragüense y ella (Marilyn Chacón) siempre me trató con cariño y me acogió en este país”, dijo Rosa.
“Yo, por una enfermedad, me tuve que pensionar y paso en la casa, y siempre los veía donde iban apurados para la escuela; ella, siempre con sus niños, estaba dedicada a ellos. Hoy me levanté con la esperanza de que todo fuera una pesadilla y verlos; siempre los andaba como unos muñecos, la niña era una princesa, una niña risueña”, añadió la vecina.
Doña Rosa asegura que el dolor en la comunidad se siente no solo para quienes los conocían, sino también para quienes no.
LEA MÁS: Incendio en San Juan: La increíble forma en la que rescataron a pareja antes de morir calcinada
“Es un dolor que se esparce y es demasiada la tristeza que se siente, jamás uno espera que algo así pase. Ella amó mucho a su esposo y ahora uno piensa tanto él, en cómo ayudarlo a encontrar fuerzas para seguir, si sus niños eran todo para él. Tengo el alma rota”, comentó.