Sucesos

Vecina de zona de piques en Cartago: “Tengo 20 años de escuchar los carros picar en la madrugada”

Jueves, viernes y sábado son una tortura para lugareños

EscucharEscuchar
Los vecinos aseguran que ya son muchos años de que se sabe que se dan piques los fines de semana y nadie hace nada. Foto ilustrativa: LUIS NAVARRO (Luis Navarro)

Doña María Masís es una de las personas que ha perdido la esperanza de que los piques en Cartago se acaben.

Ella tiene 27 años de vivir a 75 metros de donde se dan las carreras y asegura que en los últimos 20 años las autoridades no han hecho nada para evitar las competencias ilegales. Las noches de los fines de semana se vuelven una pesadilla.

Los piques se hacen desde el frente del bar La Isla en la Lima hasta Laboratorios Stein, sobre la carretera principal.

A Masís la noticia de que un joven inocente falleció la madrugada del domingo porque dos picones iban haciendo de las suyas y uno de los carros golpeó el vehículo en que él viajaba, le provocó una gran tristeza. Aunque no conocía a la víctima pensó en el dolor que los familiares deben estar sufriendo.

El fallecido fue identificado como Carlos Andrés Villalobos Meza, de 26 años, quien era el nieto de la leyenda del Cartaginés José Rafael “Fello” Meza Ivancovich. Villalobos iba como acompañante de un carro cuando otro vehículo los golpeó, se salió de la vía y se estrelló contra un árbol.

El carro que los chocó siguió 50 metros y pegó contra unos postes de cemento, el conductor se bajó y escapó, el otro chofer involucrado también se dio a la fuga, incluso, el OIJ informó la mañana de este lunes que no han logrado detener a los sospechosos.

Doña María se dio cuenta del accidente porque escuchó pasar las ambulancias; sin embargo, no salió a ver porque asegura que en esa zona hay muchos asaltos.

“Uno siempre que escucha las ambulancias ya sabe qué fue algo terrible lo que pasó, todas las noches entre 11 de la noche y 2 de la mañana se escucha el runrún de los motores. Hay un ceda cerca del cruce, pero no lo hacen es seguir hasta el cementerio y otra vez se devuelven, uno está acostado y escucha clarito el richinar de las llantas, ese escándalo siempre lo despierta a uno, no se puede dormir bien”, dijo la vecina.

La mujer asegura que los peores días son los jueves, viernes y sábados.

“Yo siempre me duermo bien tarde y creo que es hasta por lo mismo porque se acuesta uno y al ratito el ruido y hasta la tensión que eso le da a uno lo despierta”, comentó.

Según Masís, una vez venía con su familia de un concierto y se toparon con la fila de gente que estaba aplaudiendo, en eso los carros les empezaron a pasar a gran velocidad.

“Había mucha gente joven fumando y tomando, como si fuera una fiesta. Yo solo cerraba los ojos pensando en que momento se mataban, otros carros que venían igual que nosotros pasaban despacio, a esa hora no hay ni Policía de Tránsito que regule esto, pero además es que ya es algo que tiene mucho años de pasar y no se frena”, dijo la mujer.

La vecina asegura que muchos lugareños están tristes por lo ocurrido, pues ellos se exponen siempre a vivir con los peligros que representan los piques.

Pueden hacer poco

El oficial de Tránsito Juan Manuel Sánchez Solano, dijo que él y su compañero vieron entre 200 y 300 personas que estaban participando de los piques la madrugada del accidente y que no pudieron hacer nada porque solo eran dos oficiales contra ese gentío, tampoco impactaron a Masís.

“Llevamos 20 años en los mismo y que este muchacho falleciera es producto de que no se hace nada, seguro este fin de semana sí harán operativos, pero ya la tragedia pasó, ya para qué”, concluyó la mujer.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.