Los vecinos de Paraíso de Cartago recobraron la paz que perdieron hace mucho tiempo, gracias a la detención de dos de las Chuckies.
Las detenidas son dos hermanas de 14 y 16 años, quienes conforman el peligroso grupo junto con otro hermano, de 12 años. La familia es sospechosa de amenazas y agresiones.
“Fue algo fenomenal para el barrio, nos sentimos muy contentos. Todo mundo pudo salir con sus chiquitos, también para hacer las compras, las vecinas ya pudieron abrir las puertas tranquilas, porque ni eso se podía hacer, ahora se respira paz”, dijo un vecino que pidió que su nombre no fuera publicado.
Agentes del OIJ detuvieron a las dos jovencitas la tarde del viernes pasado, en la urbanización Arcoíris, ubicada en el barrio Dulce Nombre de Paraíso. La captura fue ordenada por la Fiscalía Penal Juvenil de Cartago.
“La Fiscalía Penal Juvenil, con sede en Cartago, consiguió que se les impusieran tres meses de detención provisional. Esta medida cautelar fue acogida por el Juzgado Penal Juvenil de la provincia”, informó la oficina de prensa del Ministerio Público.
Según la Fiscalía, esa medida cautelar fue solicitada debido a que hay dos expedientes abiertos contra las hermanas, quienes son investigadas por los delitos de agresión con arma y amenazas.
En cuanto al joven de 12 años, las autoridades informaron que este no fue detenido, pero aseguraron que los procesos en su contra continúan en investigación.
Audiencia
Uno de los vecinos que denunció a las hermanas, lo hizo debido a que, según él, lo agredieron con una especie de lima para afilar cuchillos, dijo estar muy contento pues le informaron que su casa ha avanzado más de lo que esperaba.
“Ahorita me notificaron que para el 28 de julio, a las 9 de la mañana, está la primera audiencia por el ataque que yo sufrí, entonces eso me llena de mucha alegría, porque las cosas se están dando rápido”.
El vecino dijo que él no presentó la denuncia para que las jovencitas sean encerradas, sino para que recapaciten sobre el camino que han tomado, pues son muy jóvenes y aún están a tiempo para tomar mejores decisiones.
“A mí me duele mucho, pero es algo de lo que la justicia debe encargarse, por el bien de ellas y de sus propios papás”, finalizó.