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La Unidad de Atención Integral Reinaldo Villalobos salió de la cuarentena el sábado pasado y este domingo 3 de mayo los oficiales penitenciarios que estaban en el centro pudieron hacer el cambio de escuadra y volver a sus casas.
Los policías que estaban en servicio tenían que haber salido de trabajar el domingo 19 de abril, pero ese día se confirmó que uno de ellos estaba contagiado de COVID-19 y las autoridades de Justicia tomaron la decisión de que ellos y los demás funcionarios se quedaran en cuarentena en la prisión y no salieran para nada.
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Esa medida fue levantada el sábado, cuando acabaron las dos semanas de prueba en las que se comprobó que nadie más dentro de la prisión había contraído el peligroso virus. Pese a eso las autoridades mantendrán una estricta vigilancia en ese centro penitenciario.
El oficial contagiado permanece aislado en su casa a la espera de que le hagan una nueva prueba para saber si ya venció al coronavirus.
"Los funcionarios que permanecieron confinados regresaron ayer (domingo) a sus casas. Ellos hicieron un gran trabajo durante el tiempo que permanecieron bajo aislamiento. También agradecemos a la población penitenciaria por permanecer vigilante de los protocolos de prevención”, dijo Diana Posada Solís, viceministra de Gestión Estratégica de Justicia.
El cambio de escuadra se realizó sin ningún contratiempo. Los oficiales entrantes se sometieron a los protocolos establecidos por el Ministerio de Salud que incluyen la desinfección de zapatos, la toma de temperatura por parte del doctor del centro, el protocolo de limpieza de manos supervisado por el personal de enfermería, desinfección con alcohol y distanciamiento social durante la entrega de encomiendas; esas medidas se están aplicando en todos los centros penitenciarios.
