Los agentes del OIJ de Heredia detuvieron la mañana de este viernes en San José a un hombre de apellido Monge, de 22 años, sospechoso del asesinato de Carlos Eduardo Arguedas Barrantes, de 23 años y quien soñaba con ser futbolista profesional.
De acuerdo con las autoridades, Monge estaba celoso porque Carlos Eduardo había empezado una relación amorosa con su exnovia, con quien el detenido tiene una bebé de 11 meses.
La captura de Monge ocurrió a las 6 de la mañana en su casa, 100 metros al norte del cementerio General, en barrio Don Bosco, entre avenida 10 y 8, calle 24.
Monge trabaja como administrador de una frutería en el Mercado de Mayoreo en San José, lugar que también le allanaron.
Las autoridades le decomisaron a Monge un carro, el cuál es muy importante como prueba de la investigación pues quedó grabado en varias cámaras de seguridad.
Se descarta bajonazo
Carlos Eduardo fue atacado la noche del sábado anterior en calle Campos de Santa Bárbara, en Heredia, luego de haber visitado a su novia y se dirigía para la casa en San Joaquín de Flores.
Las autoridades en un principio manejaron la causa del crimen como un bajonazo, pues el muchacho tenía un chuzo de carro, marca Honda, modelo 2008.
Sin embargo, conforme siguieron las investigaciones descubrieron que se trataba de un lío pasional.
Las autoridades detallaron el crimen y señalaron que dos hombres encapuchados se acercaron a ambos lados del automotor y le dispararon en varias ocasiones, tres de los tiros se alojaron en el tórax.
Calufa, como le decían de cariño a Carlos Eduardo, manejó herido hasta la casa de su novia, pues le quedaba más cerca y allí lo auxiliaron sus suegros. Minutos después el joven falleció en el hospital San Vicente de Paúl, en Heredia.
Arguedas era amante del fútbol y aparte de ser seguidor del Deportivo Saprissa, jugaba como defensa central en el equipo Asociación Deportiva Fraternidad, de San Pedro de Santa Bárbara, que juega en LINAFA, tercera división.
Víctima no puso denuncia de amenazas
Juan Pablo Calvo, jefe del OIJ de Heredia detalló que hace un año Monge y la novia de Carlos Eduardo mantuvieron una relación y producto de ese romance tuvieron una bebé; sin embargo, terminaron debido a señales de violencia que presentaba el hombre.
No obstante, Monge veía la bebé al menos dos veces por semana y durante esas visitas fue cuando conoció a la víctima y tuvieron intercambio de miradas, palabras y amenazas, pero estas nunca fueron denunciadas en el OIJ.
Agregó que en los últimos 15 días antes de morir, las amenazas eran cada vez más seguidas, la víctima y la muchacha tenían escasos tres meses de ser novios.
Los investigadores tienen identificado al segundo agresor, por lo que no descartan que en los próximos días lo detengan.