A Johnny Solís Parra se le llenan los ojos de lágrimas cuando recuerda que en sus 42 años ha estado ya dos veces al borde de la muerte, pero él ha sido el vencedor en ambas ocasiones.
La primera vez casi se ahoga en una playa de Limón y la segunda, hace apenas un mes, fue mucho más dolorosa y lo mantiene internado.
La cosa es que el martes 20 de febrero de este año, Johnny perdió el control del carro cuando iba por Tarbaca, San José. El vehículo se volcó, le cayó encima y Johnny quedó atrapado entre una cuneta y el carro. Apenas logró sacar la cabeza por un hueco que quedó.
Hay una foto que recoge ese momento y es impresionante porque Solís tiene sobre él todo el peso del auto, que era de 1.300 kilos.
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Los rescatistas que fueron a atender el caso tardaron alrededor de 15 minutos para estabilizarlo y liberarlo. Johnny permanece internado en el Hospital del Trauma, en La Uruca, donde se recupera de los golpes, que fueron muy fuertes.
Cuando Johnny vio la foto del momento en el que dos cruzrojistas lo atienden (el día del accidente que casi le cuesta la vida) se sorprendió. Después de un gesto inicial de asombro le agradeció a Dios y a la vida por darle otra oportunidad para seguir cerca de su gente.
"Soy comerciante y vivo en San Juan de Desamparados, siempre debía hacer esa ruta para dejar mercadería en pulperías. Ya estaba de regreso y recuerdo que faltaban pocos minutos para las nueve de la mañana cuando el carro me comenzó a zigzaguear", recordó sobre el día del accidente.
Pudo haber sido peor
Johnny temía toparse otro carro o salirse de la calle y caer a alguna de las casas que están bajo el nivel de la carretera.
"Una vez que logré poner el carro de manera recta apreté los frenos, pero fue ahí cuando comenzó a dar vueltas, el carro se fue resbalado por la calle y sentí miedo de caer en las casas de abajo y ahí sí que seguro se habría convertido en una tragedia", expresó el comerciante.
Dice que en un momento hizo el intento de tirarse del carro, pero como tenía puesto el cinturón eso lo frenó.
En recuperación
A pesar de la gravedad del accidente, Johnny solo quedó con una fractura en el brazo derecho, que fue sobre el que cayó el peso del carro.
Lo debieron operar y permanece internado en el Hospital de Trauma debido a que un hueso se le salió y además tenía el brazo muy hinchado. Ahora desea recuperarse pronto para volver a trabajar y a estar cerca de la familia y de sus tres hijos.
Johnny reflexiona y dice que a veces las personas solo se acuerdan de Dios cuando pasan por alguna emergencia y por eso él ahora se siente muy agradecido porque "el de arriba" no lo olvidó.
Ahora piensa que el accidente se debió a un problema mecánico y dice estar tranquilo de que otras personas no salieran afectadas.