Lo que inició como un pequeño choque entre dos carros terminó por convertirse en toda una novela, pues el conductor matón que causó el choque le cayó el karma, pero la víctima tampoco se fue con las manos en blanco.
El curioso caso ocurrió el pasado miércoles en San Antonio de Escazú y fue dado a conocer por la Policía Municipal de ese cantón, la cual por medio de sus cámaras de seguridad grabó de inició a fin este caso.
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Los hechos iniciaron a las 10:35 a. m. en un cruce, cuando un carro negro es chocado por detrás por un vehículo gris.
Pese a que fue él quien provocó la colisión, el chofer del carro gris se baja enfurecido y con una actitud muy violenta a reclamarle al otro hombre.
En medio la discusión, al mejor estilo del videojuego Mario Kart, el conductor que causó el choque le lanza una cáscara de banano al otro sujeto, que más bien trata de evitar el conflicto.
“Mantiene la escalada de vinolencia, sin importarle que él (conductor del carro gris) lleva a una niña de muy corta edad en el asiento del acompañante. Al iniciar la huida el afectado lo graba, lo cual hace que el sujeto siga con la agresión, mientras la niña observa todo por la ventana”, indicó la Policía Municipal de Escazú.
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El causante del choque logra darse a la fuga, pero pocos metros después se llevó la sorpresa de que tres policías municipales lo estaban esperando. Los uniformados lo obligan a detenerse para realizar las respectivas multas.
Según la Policía Municipal de Escazú, al sujeto le salió cara la malacrianza, pues tendrá que pagar ¢400 mil en multas, incluida una por llevar a una niña en el asiento delantero sin ningún dispositivo de seguridad.
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Pero la novela no termina ahí, pues otra patrilla llegó a revisar al conductor agredido y es en ese momento que los policías descubren que contra ese sujeto había una orden de captura.
Al final el agresor y su víctima se reencontraron de nuevo en la Fiscalía.