(Video) En 10 años héroe le ha arrebatado 5 niños al al mar

Gabriel Paniagua rescató a tres niños en Caldera, Puntarenas.

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Gabriel Paniagua se considera un hombre muy normal, sin embargo, muchos lo ven como todo un héroe y es que en los últimos 10 años logró arrebatarle al mar cinco jóvenes que luchaban por no morir ahogados

Paniagua, quien trabaja como operador de grúa en puerto Caldera, asegura que fue Dios quien lo ha puesto en el lugar y momento adecuados para realizar los dos rescates, el más reciente ocurrido el pasado sábado 20 de julio en Caldera, Puntarenas.

“Ese día estaba almorzando con unos compañeros previo a una reunión cuando escuchamos unos gritos de auxilio pero no vimos a nadie. Se siguieron escuchando los gritos y cuando me levanté vi a una niña que estaba metida en el agua debajo del puente, buscando como hacia Mata Limón”, recordó.

Sin pensarlo, Paniagua corrió hacia la playa, se quitó la camisa y se hizo mandado al mar. Asegura que nadó más de 80 metros hasta llegar donde estaba la chiquita, quien ya no tenía fuerzas para mantenerse a flote.

Gabriel tomó a la niña y la llevó hasta la orilla para luego ponerla en un lugar seguro. Cuando Paniagua pensó que todo había terminado volvió a escuchar gritos de auxilio.

“Me di cuenta de que eran dos niños más, un chiquito y una niña, que estaban agarrados de los pilotes que están debajo del puente. Me tiré de nuevo al agua y aunque la corriente me intentó llevar llegué hasta ellos y los puse en una posición en la que estuvieran a salvo detrás del pilote”, recordó.

Cuerda ayudó

Mientras Paniagua estaba tranquilizando a los dos niños que aún estaban dentro del agua el cocinero de un restaurante cercano llegó corriendo con un mecate para que sacaran a los menores.

Gabriel le pidió a los niños que se agarraran con fuerza mientras el salía a recoger la cuerda para iniciar con los rescates.

“Amarré primero a la niña y le dije al niño: ‘primero las damas y luego los caballeros, usted se va a quedar aquí y todo va a salir bien’. Aseguré a la chiquita y la gente de ahí la sacó con la cuerda. Salí por el mecate y regresé con el niño, a quien sacamos de la misma forma”, detalló.

Una vez a salvo los menores, sus seres queridos se acercaron a Paniagua para agradecerle por lo que había hecho, incluso los papás no pudieron contener las lágrimas por la felicidad y agradecimiento que sentían.

“Cuando salimos de la playa todo mundo me abrazaba, porque para ellos fue un acto heroico, pero para mí fue un acto de humanidad, porque fue algo que mi corazón me dijo que debía hacer”, añadió.

Paniagua dijo que él también actuó pensando en sus hijos Anthony, de 6 años, y Naidelin, de 12 años, y en cómo le gustaría que alguien hiciera algo así por ellos si se encuentran en una situación similar.

Primer rescate

El rescate de estos tres menores hizo que Paniagua recordara la primera vez en la que se convirtió en “salvavidas por accidente”, curiosamente en ese misma playa.

“Yo iba caminando por la playa con mi esposa y en eso vimos a dos muchachos, como de unos 14 o 16 años, que se estaban ahogando, entonces me metí para ayudarlos”, recuerda como si fuera lo más normal del mundo.

Paniagua en esa ocasión logró sacar a los dos jóvenes, pero había un tercer muchacho que también se tiró para ayudar y tuvo problemas para salir, por lo que tuvieron que rescatarlo entre varias personas.

Pese a que tiene todo el instinto y el valor de un salvavidas, Gabriel dice que realmente no cuenta con ningún conocimiento técnico sobre rescates, siempre se la ha jugado a puras mañas, pero destacó que es Dios el que lo guía para hacer lo correcto.

Advertencia

Gabriel, quien vive desde muy pequeño en Caldera, considera que muchos de estos accidentes ocurren porque las personas no le guardan respeto al mar y piensan que a ellos nunca les a va pasar algo malo.

“No importa que las personas disfruten de las playas, pero lo que yo he visto es que siempre que pasan cosas así son a personas que no conocen las playas, que no preguntan y también por las autoridades que no ponen ningún rótulo para advertirles”, reflexionó.