Muchos vivazos aprovechan la época de fin y principio de año para cometer delitos ambientales como cazar animales, cortar árboles y manipular especies silvestres para ganar plata.
Así lo asegura José Pablo González de la Fiscalía Agrario Ambiental, quien explica que la llegada de la época seca y el aumento del turismo hace a más de uno caer en la tentación de violar la ley y por eso pide a la gente denunciar estos hechos.
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“En estos días empieza a aumentar la tala de árboles en terrenos privados o bosques estatales, también se da la extracción de varios tipos de palmito para comer o de lana para los portales y eso es un elemento muy importante en los ecosistemas porque algunos anfibios y salamandras absorben esa humedad por la piel y otros animales y aves la toman directamente de los musgos.
“La lana tiene una característica muy especial, ellas tienen una especie de memoria y no vuelven a crecer donde han sido arrancadas”, detalló.
En cuanto a la caza el especialista contó que muchas personas buscan animales como tepezcuintles y venados para comérselos en reuniones familiares, lo que causa un serio daño a los ecosistemas.
Pero el tema no termina ahí, ya que algunos no se conforman con consumir la carne prohibida, sino que comercializan partes o productos que extraen de los animales como por ejemplo el carey y los huevos de las tortugas.
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“Hacer artesanías o alimentos hechos con animales silvestres está totalmente prohibido en Costa Rica. Las conchas por ejemplo que la gente saca de las playas o pescar en lugares prohibidos o con artes ilegales, todo eso debe denunciarse”, detalló el fiscal adjunto.
Todo por plata
González dice que el deseo de ganar plata hace que los irresponsables pongan en riesgo la vida de animales.
“Muchos están aprovechando el aumento de los turistas en el país y les venden servicios ilegales. Los guías por ejemplo les permiten fotografiarse con animales o alimentar cocodrilos, monos, perezosos y aves a cambio de dinero.
“Todos esos animales están en riesgos porque esas conductas provocan un impacto en su comportamiento. Lo primero es que se acostumbran a recibir comida de las personas y están propensos a padecimientos y hasta a morir por recibir alimentos que no son propios de su dieta; el solo hecho de que toquemos un animal lo expone a enfermedades”, aseguró el especialista.
El funcionario judicial dijo que la lista de delitos no termina ahí ya que han descubierto que muchas acciones que atentan contra el ambiente tienen relación con grupos organizados.
“Hemos visto casos en los que se usan la vida silvestre para encubrir el tráfico de drogas y además tienen mucha relación con delitos de corrupción, por ejemplo se dan permisos ilegales para ciertas actividades, invasiones de áreas silvestres protegidas, áreas marítimo terrestre o terrenos de dominio público.
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“También están los delitos de minería y los de depósito, transporte, almacenamiento, tráfico y comercio de sustancias, ya sean residuos no peligrosos o algunos que si lo son, esas violaciones a la ley tienen penas de hasta 15 años de prisión” detalló.
“Los ticos tenemos que hacer conciencia y denunciar estas acciones ante el Minae local, el Sistema de Áreas de Conservación, ante la Fuerza Pública, el OIJ o en la Fiscalía Ambiental de cualquier parte del país.