Sucesos

(Video) Ladrón de comercios se convirtió en un poderoso narco que lidera banda internacional

La policía cayó en la casa del sujeto conocido como M1, pero él se las ingenió para escapar

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Un hombre de apellidos López Mendoza se metió al mundo criminal hace 20 años al asociarse con varios ladrones que se metían a locales comerciales usando acetileno.

Luego incursionó en el mercado de la cocaína y en el 2016 se unió a una banda narco donde lo nombraron el M1. Por esa asociación es que es buscado por las autoridades.

Wálter Espinoza, director del OIJ, contó que ese grupo fue dirigido hasta el 2015 por Lester Román Pastrana, pero él desapareció, por lo que López asumió el liderato.

En ese momento la banda asumió una nueva cultura, incluso se empezaron a llamar “Movimiento Revolucionario de Crimen Organizado” (Moreco).

El grupo presumía de tener una fuerte organización y de basar sus operaciones en tres valores: honor, orgullo y lealtad. Los traficantes hasta hicieron una especie de escudo o logo en una bandera para darle identidad a Moreco.

En la organización tenían una especie de escala que asignaba el grado de las personas que ingresaban, iba del M1 (nivel más alto) al M10. Este tipo de jerarquía lo copiaron de grupos delictivos de otros países como los ‘Zetas’ en Guatemala y México.

Sin embargo, al final la estructura no era tan sólida como creían ya que fracasó a la hora de burlar a la autoridades.

Este martes los oficiales hicieron 16 allanamientos en distintas partes del país, como Grecia, Liberia, Osa, Atenas, Pococí, Perez Zeledón, Upala, Colorado de Abancares y Cañas.

La policía arrestó a siete personas, dos mujeres de apellidos Araya y Gómez y cinco hombres apellidados Alfaro, Zúñiga, Gamboa, Quesada y Parajeles, este último es un oficial de la policía de Tránsito, quien le informaba al grupo sobre operativos que se llevarían a cabo.

Líder en fuga

López, quien vive en Grecia, sí logró esquivar a las autoridades. Los policías le cayeron en la casa a las 4 de la madrugada, pero él se dio cuenta a tiempo de que lo iban a detener y logró escapar antes.

Espinoza contó que, aunque López no vive entre grandes lujos, sí tiene una casa y una propiedad bonitas.

Los operativos contaron con apoyo de los grupos internacionales del FBI y la DEA, de los Estados Unidos, ya que en apariencia la red criminal tiene socios en países como México y Guatemala.

El director del OIJ detalló que el grupo se dedicaba a enviar cargamentos de cocaína a Guatemala, escondidos entre chatarra.

El jefe policial dijo, además, que ellos están relacionados con al menos cuatro decomisos anteriores de drogas.

“El primero ocurrió el 24 de mayo del año pasado en el sector de Garabito, oportunidad en el que hicimos el decomiso de 302 kilos de cocaína que estaban dentro de un vehículo. El segundo se dio el 26 de mayo en Ojochal de Osa, cuando la sección de estupefacientes y de esa delegación incautaron 157 kilos de esa misma droga. El tercero ocurrió el 26 de agosto del 2018, en Quebrada Ganado de Garabito, ahí se decomisaron 1.101 kilos de cocaína”, detalló.

“Este mismo grupo está vinculado con un decomiso que hicieron los oficiales de Guardacostas en Nicoya, en octubre pasado, cuando incautaron 690 kilos de cocaína”, agregó.

Usaban hasta niños para despistar

Precisamente en el operativo que se llevó a cabo en Quebrada Ganado de Garabito, los oficiales del OIJ descubrieron que los integrantes del grupo usaban a dos niños de uno y tres años para distraer la atención de la gente.

Los delincuentes estaban alquilando una cabina en la que tenían almacenada la droga, pero para despistar fingían ser turistas. Para cuidar el cargamento los bichos tenían en la cabina once fusiles AK47, un Galil y otro conocido como matapolicías. También encontraron dos pistolas y dos silenciadores.

La mamá de los chiquitos, de apellido López, fue la que en esa ocasión hizo la reservación de la cabina. Ella iba con frecuencia a la piscina con los pequeños para que pareciera que lo único que hacían en el lugar era vacacionar.

El Patronato Nacional de la Infancia (PANI) se llevó a los niños.

Entre las cosas decomisadas este martes hay 450 municiones, ¢5 millones de colones y $5 mil en efectivo.

Las autoridades continúan la búsqueda de M1 y de otros tres que están en la mira.

Rocío Sandí

Rocío Sandí

Licenciada en Comunicación de Mercadeo de la Universidad Americana; Periodista de la Universidad Internacional de las Américas, con experiencia en Sucesos, Judiciales y Nacionales. Antes trabajó en La Nación y ADN Radio.

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