Ezequiel tiene 15 días de nacido, pero desde ya tiene la vida cuesta arriba.

La familia del pequeño disfrutaba su llegada cuando una emergencia les empañó la felicidad.

Este martes el bebito amaneció con la mamá, abuela, tíos y decenas de personas en un albergue porque el fuerte aguacero de este lunes los sacó de sus humildes hogares.

Ellos viven en el precario El Hueco, en Granadilla Norte de Curridabat, pero las malas condiciones de las humildes casas y las lluvias causaron que tres ranchitos se derrumbaran.

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En total, los cuerpos de socorro ordenaron a 82 personas (38 menores de edad y 44 adultos) salir de las viviendas y pasar la noche del lunes en un albergue que abrieron en el salón Las Luisas, en la urbanización del mismo nombre.

La abuela de Ezequiel, Kattia Calderón, dice que se siente muy angustiada por la situación que están viviendo.

“Estamos muy preocupados porque no sabemos cómo vamos a hacer ahora, mi esposo está sin trabajo y ahora es capaz que hasta perdemos la casa. En el IMAS nos dicen que pueden ayudarnos tres meses con el alquiler de una vivienda, pero ¿qué vamos a hacer después de eso?”.

La mujer dice que esta es la segunda vez que le toca salir corriendo de la casa por una situación similar.

“Ayer en la tarde (lunes) estaba lloviendo durísimo y empezaron a sonar unas latas que caían y nos asustamos mucho, por eso llamamos al novecientos once. Los cuerpos de socorro nos sacaron de la casa y nos dijeron que por el momento no podemos volver ahí por que es peligroso”, relató Calderón.

“Ya hace un tiempo había pasado algo parecido y habíamos tenido que salir. Esa vez dijeron que ese era un lugar inhabitable, pero tuvimos que volver porque no tenemos otra opción”, agregó.

Xiomara Contreras, otra de las afectadas, contó los momentos de terror que vivió al momento de la emergencia.

“Yo pegaba gritos y lloraba de la desesperación mientras sacaba a mis familia; no pudimos sacar nada, perdimos los electrodomésticos, la ropa, todo.

“Una de las casas que se desplomó fue la mía, otra la de mi mamá, otra de una prima y la cuarta de una vecina”, narró.

Las dos mujeres coinciden en que el futuro está cuesta arriba y lleno de trabas.

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Lo mejor es que no vuelvan

La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) visitó la mañana de este martes la zona de la emergencia y según detalló el geólogo Blas Sánchez, lo mejor es que las familias afectadas no regresen, porque el terreno es inestable.

“El colapso de las casas se dio por las malas técnicas constructivas, el mal manejo de aguas y la erosión. Además de las casas derrumbadas, otras tres resultaron afectadas, por lo que se recomienda que esas personas tampoco vuelvan”, argumentó el experto.

Ya los funcionarios del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS) visitaron a los afectados y les tomaron los datos para evaluar cada caso y dar una solución provisional, mientras logran acomodarse de nuevo.

Mientras eso se da, las familias permanecerán en el salón Las Luisas.

“Ya les repartimos colchonetas y cobijas a todos y también se les ha estado dando alimentación. Ya hoy (martes) se conformó un grupo que coordinará la cocina y se espera hacer otro para la limpieza del lugar, para hacer la situación lo más llevadera posible”, explicó María Fernanda Meneses, gestora de riesgo del municipio y encargada del comité de emergencias.

La funcionaria dijo que se espera que la situación de las familias se resuelva en el transcurso de la semana.