Las pocas pistas recopiladas en los últimos tres años sobre el crimen del hotelero estadounidense Barry Martin Lawson, de 74 años, no le han permitido a la Policía Judicial resolver el caso.
Los asesinos del empresario continúan libres y por eso el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) pide a la población ayuda para poder dar con ellos.
Las autoridades informaron que Martin era originario de Los Ángeles, California, y se había venido a vivir a Costa Rica con su esposa Suzye.
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La pareja puso el hotel Villa Alegre, en playa Langosta de Tamarindo, Guanacaste. Allí vivían tranquilos, pero el Miércoles Santo del 2015 todo cambió.
Ese 1° de abril la pareja de extranjeros estaba en el hotel y mientras Barry veía las noticias, a eso de las 7 de la noche, su esposa se fue a atender una llamada a otro de los cuartos del lugar.
Poco después, la mujer escuchó que su esposo estaba gritando y le decía que corriera, pero en eso alguien la atacó, la tiró a un sillón y le dijo que si hablaba le iba a disparar.
Ella trató de escapar, pero el sospechoso la golpeó, le cubrió la cara con un plástico y le amarró las manos.
Al parecer, en total eran tres atacantes, un hombre adulto que daba las órdenes y dos adolescentes que lo obedecían.
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Los maleantes llevaron a Barry a una caja fuerte y a los armarios donde tenían valiosas pertenencias, entre ellas joyas y computadoras. El gringo se negó a abrir la segunda caja fuerte y entonces los bichos lo golpearon en la cabeza.
Luego amenazaron a la estadounidense para que les abriera la caja; en total se llevaron $32 mil (unos ¢16 millones).
Después de estar internado varios días en un hospital privado en San José, Barry murió el 5 de abril debido a las lesiones que la causaron los ladrones.
La pareja tenía más de 15 años de vivir en Tamarindo. Martin era muy apreciado en la zona, ya que impulsó programas de ayuda social dirigidos a estudiantes de bajos recursos.
Alberto Mata, jefe de la sección de Homicidios del OIJ, pide a la gente que si tienen información sobre el caso o saben quiénes son los homicidas, llamen a la línea confidencial 800-8000-645. También pueden presentarse directamente a las oficinas del la Policía Judicial.