Como dicen que es mejor prevenir que lamentar, las autoridades se están poniendo las pilas para que este 2018 no cierre con una cifra histórica en ahogados, tal y como pasó el año pasado cuando se reportaron 116 fallecidos.
Ante la llegada de las fiestas de Navidad y fin de año se están colocando rótulos con información sobre las mareas en 100 playas.
Para reforzar eso, la Universidad Nacional (UNA) y el Instituto Costarricense de Turismo (ICT) realizaron un video (adjunto en esta misma nota) donde explican qué es una corriente de resaca y cómo tratar de salvarse si es arrastrado por una de ellas. Estas son las responsables, todos los años, de cobrar cientos de vidas.
Una corriente de resaca es un río que fluye hacia mar adentro, producto del oleaje que incide con cierto nivel de la costa. Las olas acumulan agua y está no puede quedarse “estancada” indefinidamente, por lo que tiene que desaguar en algún momento en algunos sectores de la playa y, en ese momento, es que se dan estas corrientes tan peligrosas para los bañistas.
Para saber si uno puede estar en peligro es vital la observación, pues las olas cambian de comportamiento donde hay corrientes. El sitio más peligroso es donde las olas no rompen o rompen diferente, ahí hay correntadas, al igual en las partes donde la espuma va hacía atrás entre las olas, también donde el agua se ve de color café.
Si una de estas corrientes lo jala, se recomienda mantener la calma, no nadar contra la corriente y más bien dejar que se lo lleve, y cuando sienta menos el jalonazo nadar hacía la derecha o la izquierda, eso le permitirá llegar de nuevo a la orilla.
Entre los consejos también están no meterse al mar tapis, no bañarse en desembocaduras de ríos y en el caso de los niños cuando estén jugando en el mar, los flotadores se pueden convertir en enemigos pues permiten que las corrientes los jalen con más facilidad.
Víctor Ramírez, Jefe de Servicio al Turista del ICT comentó que invirtieron unos ¢20 millones en colocar rótulos de señalización en 100 playas seleccionadas por su alta atracción de visitantes nacionales y extranjeros y por su índice de riesgo. Estos estarán colocados antes del 15 de diciembre.
Según Ramírez, lo que quieren es que los bañistas puedan estar alerta de los peligros que existen en cada playa. Además firmaron un convenio con la Cruz Roja para que hayan salvavidas en la mayor cantidad de playas posibles.
De los turistas que visitan el país 8 de cada 10 va a las playas.
Ramírez aconseja a los bañistas que siempre que lleguen a una playa pregunten a los baqueanos si es un lugar seguro para bañarse, pues las condiciones costeras cambian de un momento a otro.