Con camisetas blancas, carteles y globos, así fue como decenas de personas, principalmente vecinos de Zapote, le dieron el último adiós al pequeño Samuel Arroyo Valverde, el niño de 8 años que el pasado martes perdió la vida por una bala perdida que impactó su pecho mientras dormía.
La sentida actividad inició a las 10 de la mañana en la iglesia Monte de Dios, en Zapote, donde Luis Arroyo, papá de Samuel, es pastor.
En ese lugar se llevó a cabo una ceremonia de despedida, en la cual Ana Valverde, mamá del chiquito, brindó un hermoso mensaje de paz, enfatizando que la justicia queda en manos de Dios.
Una vez finalizada la ceremonia, el ataúd del pequeño fue cargado hasta el vehículo que esperaba afuera de la iglesia, en ese momento se dio una lluvia de aplausos para el chiquito y más de uno no pudo contener las lágrimas.
Los vecinos del barrio La Gloria de Zapote colocaron globos blancos y carteles a lo largo del camino que recorrían hasta el cementerio de esa localidad, como muestra de apoyo a la familia.
En ese trayecto hacia el cementerio también participaron muchos amiguitos y compañeros de Samuel, mientras que de fondo se escuchaba la canción “Que canten los niños”.