Carlos Solano se despide de su bebé de 2 años todas las noches y la deja durmiendo en su cuna mientras él se va a cumplir con su trabajo como oficial de tránsito, en el que debe enfrentar a los conductores irresponsables que irrespetan la restricción vehicular.

Solano, de 32 años, es uno de los 900 tráficos que procuran, en todo el país, que se cumplan las medidas sanitarias contra el COVID-19.

Él grabó un video en el que pidió hacer consciencia, cumplir con lo que nos piden las autoridades y así de esta manera ninguna otra familia tendría que sufrir este virus que solo en Costa Rica cobró la vida de tres personas y contagió a 595.

"Uno sabe que en cualquier momento está en riesgo de contagiarse y de esta manera infectar a mi familia, me preocupo por ellos y no dejo de pensar en mi hija”, dijo Solano.

Agregó que trata de tomar todas las medidas necesarias para evitar contraer el virus, por ejemplo, se quita las botas del trabajo en la cochera y pasa directo a bañarse.

“Mucha gente no hace caso, no voy a generalizar, pero uno se los topa en carretera todos los días y siente decepción porque este virus no tiene distinción y contagia a cualquiera; debido a esta situación, a mí me cambiaron el horario, solo estoy de noche y veo cómo la gente sigue saliendo a la calle”, agregó.

Por esta situación él reza por la salud de las personas que más ama, sobre todo a su hija, Emma.

Video se viralizó y trascendió fronteras

Solano es tráfico desde hace 10 años y forma parte del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) desde hace cinco años.

El video que hizo lo publicó en su perfil de Facebook y se viralizó de tal forma que cruzó fronteras, incluso llegó a Chile, ya que un policía de allá le escribió y le dijo que las imágenes le sacaron las lágrimas.

“Él me dijo que el video lo conmovió, lloró porque se vio reflejado en la misma situación, esta es una situación que nos pasa al personal médico y a las demás autoridades, a nivel mundial, que nos esforzamos para evitar que este virus contagie a más personas”

"Muchos compañeros me dijeron que parecía que yo estaba llorando, en las imágenes no salgo así, pero no le miento al decir que muchas veces siento ganas de llorar al ver la impotencia de que la gente no tenga consciencia de sus actos”, exclamó.

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El oficial recordó que su vida estuvo en peligro varias veces tras enfrentarse con choferes borrachos, incluso a él le tocó atender el accidente de tránsito de un muchacho de 20 años que intentó fugarse y al final chocó contra un árbol en San Sebastián, sobre Circunvalación, frente a los condominios Bambú.

“El muchacho me chocó la moto para botarme, es increíble que uno tenga que estar exponiendo la vida propia y que haya tantas personas en carretera irresponsables que tratan de acabar con la vida de uno. No sé cómo estará la vida de este muchacho, pero él incluso necesitó de Cuidados Intensivos porque ese accidente fue grave”, señaló.

Carlos espera que las personas sean más conscientes y no expongan otras vidas.

Este tráfico pronto será un abogado, porque además de trabajar, también es estudiante universitario y esta a dos cuatrimestres de ser licenciado en Derecho.