Una violenta noche en Pococí dejó a tres hombres muertos a balazos en dos ataques.

Una de las víctimas fue Juan Carlos Salas Muñoz, de 42 años, quien murió al recibir un balazo en la cabeza mientras trabajaba en un bar que era de él. Cuando se dio el crimen había por lo menos cuatro personas más en el local, entre ellas la esposa de Salas.

El homicidio se dio este martes a las 12:30 de la madrugada en el bar Juankas, en La Rita.

Según la versión que dio el OIJ, dos hombres que viajaban en moto llegaron al comercio, uno de ellos se bajó y entró, se brincó la barra y le disparó a Salas en la cabeza.

Después de eso, el gatillero regresó a la moto y se dio a la fuga con el cómplice que lo estaba esperando.

Los testigos llamaron a la Cruz Roja, pero cuando los paramédicos llegaron ya no había nada que hacer por el empresario.

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Las personas que estaban en el lugar le dijeron a la Policía que uno de los gatilleros llevaba puesto un casco de moto rosado.

Poco después del suceso, los oficiales de la Fuerza Pública que intentaban dar con los sospechosos, encontraron una moto en la comunidad de calle Gobierno que, por la descripción de los testigos, pudo ser la que usaron los asesinos.

Más violencia

Poco antes del ataque contra el comerciante, a eso de las 10:38 de la noche del lunes, Jorge Andrés Díaz Cruz, de 18 años, alias Pato y Yeilan Adolfo Herrera Carranza, de 33 años, más conocido como Mongo, fueron asesinados a balazos en Toro Amarillo, frente al súper La Familia.

Al parecer, tres hombres que llegaron en un carro, se bajaron y se metieron caminando por una calle y agarraron a balazos a Díaz y a Herrera, luego huyeron en el mismo vehículo en el que llegaron.

Una vecina, quien prefirió no decir el nombre, contó que todo se dio muy rápido y que los lugareños se asustaron mucho porque escucharon varios plomazos, por lo que llamaron al 911.

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Cuando los paramédicos de la Cruz Roja llegaron ya las dos víctimas habían fallecido.

Díaz recibió una herida de bala en el pecho, mientras que Herrera fue herido de bala en el estómago.

Unos 15 minutos después del mortal ataque los bomberos de la zona fueron alertados de un carro en llamas en la comunidad de Bellavista, a siete kilómetros de Guápiles.

Los vecinos dijeron que escucharon que un carro se fue a gran velocidad y poco después escucharon una explosión, ya luego vieron el carro incendiado.

En ese incidente no se reportaron víctimas. La Policía Judicial dice que, al parecer, el vehículo quemado fue el que usaron los asesinos de Toro Amarillo para escapar.

El motivo del doble asesinato aún no han sido esclarecido.