Una tecnología que es usada para detectar explosiones nucleares será la nueva aliada del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori), pues a través de esta podrán vigilar la actividad de los volcanes y analizar su comportamiento.
Se trata de un sistema conocido como tecnología de infrasonido (sonido que no es detectado por el oído humano), el cual se encuentra en el país desde hace más de 10 años debido a que Costa Rica forma parte del Tratado para la Prohibición Completa de Pruebas Nucleares.
“Lo que mide esta tecnología es el cambio de presión en la atmósfera y el aire provocado por sonidos de fuentes que pueden ser explosiones nucleares, la entrada de un meteorito, explosiones volcánicas y hasta deslizamientos”, explicó Ronne Quintero, sismólogo del Oviscori.
Quintero contó que este equipo solo se ha usado para detectar pruebas nucleares, pero ahora quieren darle un uso más relacionado con los colosos.
“Esto también podría tener una aplicación civil para la mitigación de riesgos en el país, por ejemplo, las alertas por explosiones volcánicas o incluso por tsunamis, o sea, los usos a favor de la ciencia y la prevención son muchos”, explicó Quintero.
El experto explicó que con esta herramienta podrán darle un mejor seguimiento a la actividad de los volcanes, lo que les permitirá llevar un registro histórico para determinar si volcán está entrando en una fase de erupción.
Para afinar los últimos detalles el personal del Ovisicori participó este lunes en un taller con varios especialistas que se reunieron en Costa Rica como parte de la agenda del Tratado para la Prohibición Completa de Ensayos Nucleares.
Quintero señaló que actualmente cuentan con tres estaciones que ya tienen el sensor de infrasonido, específicamente en Abangares, Turrialba y Poás. Según el sismólogo cada uno de estos equipos tiene un valor aproximado de ¢60 millones.