Contender, el tiburón blanco macho más grande registrado en el Atlántico Norte, fue ubicado recientemente muy cerca de la costa de Carolina del Norte, en Estados Unidos, una zona frecuentada por turistas durante el verano.
El animal mide más de 4 metros de largo y pesa entre 725 y 750 kilos, lo que lo convierte en un verdadero gigante del océano.
Este impresionante escualo fue marcado en enero por la organización Ocearch frente a las costas de Florida y Georgia. Desde entonces ha sido monitoreado mediante un rastreador satelital que permite conocer en tiempo real su ubicación y comportamiento. Su más reciente señal lo situó en Pamlico Sound, un área cercana a playas y puntos turísticos del sureste estadounidense.
Aunque su presencia pueda generar temor, los expertos aseguran que los ataques de tiburones blancos a seres humanos son muy raros. Lo que sí es relevante es el valor que tiene Contender para la ciencia. Su ruta forma parte de un patrón migratorio que estos animales repiten entre mayo y junio, moviéndose desde aguas cálidas del sur hacia zonas más frías del noreste del Atlántico, en busca de alimento.
Gracias al seguimiento satelital, los investigadores pueden entender mejor los hábitos de estas especies, su impacto en el equilibrio marino y las amenazas que enfrentan, como la pesca indiscriminada y el cambio climático. Plataformas como Global Shark Tracker permiten al público seguir en vivo los desplazamientos de tiburones como Contender y así aprender más sobre su rol en el ecosistema.
La información recopilada por Ocearch también es clave para identificar áreas marinas que podrían necesitar protección, sobre todo en temporadas donde los tiburones se acercan a costas habitadas. En lugar de pánico, los científicos llaman a la convivencia informada y al respeto por estas criaturas fundamentales del océano.