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La semana anterior, miles de personas caminaron kilómetros de kilómetros desde diferentes partes del país para llegar hasta la basílica de Los Ángeles, en Cartago, y en el trayecto se encontraron muchas manos solidarias.
En La Teja realizamos la Romería durante la tarde del viernes, y nos cruzamos con muchos héroes que les hicieron el camino más fácil y ligero a miles de personas.
Unos de ellos fueron don Arturo Alcázar y su hija Mari Paz Alcázar, quienes llenaron el cajón de su carro con botellas de agua para regalar a todos los romeros que pasaron por Birrís, Cervantes.
Un poco más adelante se encontraban dos niñas, vecinas de Turrialba, Isabella Cedeño Mora y Ana Lucia Gómez Mora, quienes, acompañadas por su familia, repartieron bananos, galletas y dulces.
Siguiendo el recorrido, y cuando las piernas estaban más cansadas, encontramos una familia de Turrialba repartiendo pan casero, manzanas, té frío y confites.
“Empezamos como desde las 3 de la tarde y de aquí nos vamos hasta que se termine todo”, nos contó Rosa Inés Quirós, otra turrialbeña.
En Paraíso, varias familias hicieron de su corredor una estación de café, agua dulce y té, con lo que muchos combatieron el frío de la noche.
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No cabe duda de que sin ellos, que representan a todos los que ayudan a lo largo y ancho del territorio nacional, muchos no llegarían a su destino.
