Doce ticos exponen la identidad artística de Costa Rica en Museo de las Américas

Con la exposición Costa Rica: Vivan siempre el trabajo y la paz, un grupo de 8 artistas y 2 colectivos costarricenses muestran la realidad nacional en el Museo de Las Américas en Denver, Estados Unidos.

Las obras en exhibición incluyen trabajos de moda, escultura, arte textil, pintura, fotografía, videos, instalaciones y diseño gráfico. La temática en conjunto es reflejar el pasado, presente y futuro de los artistas costarricenses, quienes luchan por sobresalir en su oficio.

La muestra fue curada por los artistas nacionales María Paula Morera y Mauricio Cruz, quienes consideran que Costa Rica representa un panorama social fresco más allá de su imagen idílica.

La exhibición, que estará disponible hasta el 28 de enero del 2024, recoge parte del patrimonio cultural costarricense y se combina con algunas de las piezas arqueológicas precolombinas del Museo.

“Vivan siempre el trabajo y la paz es un extracto del himno nacional y realmente, cuando estábamos viendo la letra pensamos: ‘¿es esta realmente nuestra realidad como costarricenses?’. Empezamos a cuestionarnos eso y vimos un valor en expandir ese concepto de manera artística”, agregó Morera.

“Sabemos que Costa Rica es un país sobre el que se pueden tener distintas percepciones, pero también queríamos hablar de su gran riqueza cultural a través del arte y presentar a Costa Rica desde distintos ángulos”, continuó Claudia Morán, directora ejecutiva del Museo.

Artistas y piezas en exhibición

Annabella Prins

Con el tríptico fotográfico El desdoblamiento, la artista Anabella Prins explora su identidad en una serie narrativa; partiendo de la metáfora de los roles de género que las mujeres suelen experimentar, así como su experiencia como migrante.

Mauricio Cruz

El artista Mauricio Cruz presenta un montaje con cuatro maniquís, los cuales representan el trabajo de su marca de diseño de moda. Cada una de las piezas está inspirada en algún elemento de la naturaleza de Costa Rica, como las aves, los insectos y los hongos.

Federico Herrero

También del lado fotográfico, Federico Herrero expone un diálogo entre la naturaleza y las estructuras urbanas. Con su serie de fotografías, busca borrar la división que existe en el trabajo artístico de un estudio y el que existe en espacios públicos.

Alonso Campos

A través de tres esculturas de papel, las cuales se asemejan a mariposas disecadas, la presentación de Alonso Campos es un reflejo de metáforas, sobre las personas que hacen una labor similar a la taxidermia para intentar preservar sus recuerdos.

Además, Campos se sumerge en un espacio de autoexploración a lo largo de su obra, para dar a relucir su experiencia e identidad como persona trans, racializada y criada en zonas rurales.

Génesis López de la O

Con un collage de fotografías titulado Matices de una Resistencia Compartida, la artista Génesis López de la O exhibe una pieza sobre las mujeres que participaron en las protestas callejeras del Día Internacional de la Mujer, durante el 8 de marzo del 2019, en San José.

En su lucha por la igualdad de género y la erradicación de la violencia de género, la propuesta refleja la diversidad de realidades que viven las mujeres costarricenses.

Edwin Godinez y Andrés Gómez (Myno)

La obra El Paraíso de Edwin Godinez y Andrés Gómez busca rescatar los tres tipos de bosques que existen en Costa Rica: lluvioso, nuboso y seco.

Esta instalación audiovisual permite que los espectadores conozcan sobre la biodiversidad del país y a la vez queden inmersos en los tres tipos de paisajes, utilizando fotografías, ilustración y 3D.

Emma Segura

Las piezas de la colección Itinerario Trans, de Emma Segura, representan un acercamiento autobiográfico a la artista. Esta muestra incluye técnicas tradicionales del arte como la escultura, patronaje, bordado, fieltrado y uso de tintes naturales, mientras también pone en contraste materiales tejidos a mano y sintéticos.

Leimy de la Rosa y Terrasha Morgan

Con el video Fuckboy, de la cantante y artista nacional Terrasha, se hace una referencia a la cultura afrodescendiente de Costa Rica y la segregación social que persiste en el país.

Además, el audiovisual, producido y dirigido por Leimy de la Rosa, crítica a los hombres que sexualizan a las mujeres.