En el corazón de El Tejar de El Guarco, en Cartago, se encuentra un lugar que combina historia, tradición y sabores que conquistan a todos: el bar restaurante Las Vegas.
Nuestros lectores nos lo recomendaron, pues aseguran que es ahí donde venden el mejor chifrijo de la Vieja Metrópoli.
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El lugar no solo destaca por la calidad de su comida, sino también por su historia y su ambiente muy tico, como fuimos terminando el mes de setiembre había banderas, pero también cuadros de personajes del cantón brumoso y que reflejan que es un bar que tiene mucho que contar.
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Al llegar, nos recibieron los propietarios Ricardo Brenes, su esposa, Vilma Romero y su hija Verónica Brenes, y nos atendió el mesero Guillermo Vargas, quienes nos hicieron sentir parte de la familia.
La historia del restaurante es un verdadero legado, pues esta es la tercera generación familiar. Los abuelos de don Ricardo, Juan de Dios Brenes y Mercedes Pereira, fundaron el negocio; luego sus padres, Elías Brenes y Flora Poveda, continuaron con la tradición.
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“Hace 40 años, un 3 de marzo, pasó a estar en mis manos; yo lo tengo y lo administro”, relató don Ricardo.
El negocio ha ido cambiando con el tiempo, pasando de pulpería, cantina y bar a bar restaurante, sin perder nunca el toque familiar. Calculan que ya tiene más de 100 años de existencia y, de todos sus hermanos, solo don Ricardo lo continúa junto a su esposa e hijas.
Él atesora recuerdos de la zona, pues nació en la esquina del frente y vivió a unos 500 metros de allí. Desde los seis años guarda memorias del lugar y ha visto todos los cambios a lo largo del tiempo.
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Uno de los primeros cambios que realizó fue abrir las ventanas, ya que su padre, don Elías, solía taparlas con tablas. Esto permitió disfrutar de la vista al volcán Irazú, algo que los clientes agradecen.
También ampliaron la cocina y construyeron una nueva barra, mientras que hace unos 20 años agregaron un segundo piso con balcón.
“El negocio ha venido pidiendo cambio, es una bendición de Dios”, comentó don Ricardo.
El restaurante se ha hecho famoso por sus sabores únicos y por la calidad de su atención. Muchos consideran que allí venden el mejor chifrijo no solo de Cartago, sino de Costa Rica, un platillo que es casi obligatorio probar y que por supuesto tuve que comprobarlo.
Y a lo que vinimos, pedimos el chifrijo y sí, es una delicia. El arroz viene bien sazonado, los frijoles también, y la combinación entre el cerdo (que tiene bastante) y el chimichurri hace que cada bocado sea una explosión de sabor.
Este plato tiene una textura jugosa y una sazón que resalta el sabor natural de cada ingrediente, también tiene su buena porción de aguacate y tortillitas. Si le gusta el chile puede pedir el de la casa, es sabroso, pica lo necesario.
También probé el chifrijo de pollo y aunque es diferente, también es bien sabroso.
De una vez les adelanto que viene bastante grande, uno queda satisfecho.
Doña Vilma explicó que ofrecen chifrijo de cerdo, pollo, pescado, queso y hasta de carne de res.
Además del chifrijo, el menú incluye olla de carne, patacones, gordon blue de pollo y carne, ceviche, camarones, arroz con camarón y arroz con pollo, ofreciendo un total de 42 platillos.
En cuanto a precios, son bastante accesibles. El chifrijo con aguacate cuesta ¢5.085, las hamburguesas van desde ¢2.375, las sopas desde ¢3.615, los patacones sencillos en ¢4.520 y los casados por ¢4.635, entre otras opciones.
Las preparaciones destacan por mantener el mismo sabor de siempre, bastante grandes y con una receta familiar que doña Vilma cuida al detalle, asegurándose de que cada plato conserve la tradición y el toque casero.
También ofrecen una amplia variedad de bebidas, incluyendo cócteles y frescos naturales, perfectos para acompañar cada comida.
El horario del restaurante es de 11 a.m. a 12 p.m., de lunes a sábado, y los domingos de 11 a.m. a 7 p.m.
Según doña Vilma, el lugar atrae a familias completas, muchas veces con varias generaciones compartiendo la mesa, creando un ambiente cálido y acogedor.
Si usted desea visitarlos, el bar restaurante Las Vegas se encuentra al costado sureste de la iglesia Inmaculada Concepción de El Tejar de El Guarco, justo frente al parque principal.