Una emprendedora de origen asiático siempre soñó con tener su propia cafetería dejándose guiar por su amor a los postres.
En 2023 logró hacer ese sueño realidad, marcando un año muy especial en su vida.
LEA MÁS: Sopas dulces y granizados de frutas refrescan los paladares en el centro de San José
La cara detrás de esta cafetería es Cinthya Chen, quien siempre quiso crear un espacio acogedor para disfrutar de los mejores postres y, al mismo tiempo, descubrir una variedad de sabores únicos que no se encuentran en cualquier lugar.
Nos trasladamos hasta San José, 150 metros al norte de la rotonda de la Y Griega, para conocer este rincón que se ha convertido en un punto de referencia para quienes buscan una experiencia diferente y deliciosa en la zona.
LEA MÁS: Un lugar en Heredia conquistó con su sabor a la banda Mägo de Oz y a otras estrellas
Lihui Kameya, colaboradora y amiga de Cinthya, nos contó un poco del negocio.
“Ella siempre soñó con tener una cafetería porque le gusta hacer postres, por eso buscó hacer algo acogedor y diferente, donde las personas se sintieran cómodas.
“La idea es que vengan y puedan estar con familiares o amigos tomándose un té o un café en un ambiente bonito y tranquilo”, nos contó Lihui Kameya, colaboradora y amiga de Cinthya.
Chen actualmente no elabora las recetas de la cafetería, pero está al pendiente de que su idea siga más viva que nunca y que su origen se vea reflejado en cada una de las opciones gastronómicas que se ofrecen.
LEA MÁS: Una generaleña está triunfando en Estados Unidos con el sabor de Costa Rica
Al llegar al lugar, pudimos comprobar que no solo es muy bonito, sino que también es perfecto para que las personas vayan después del trabajo o en una salida de amigos y se desconecten de la rutina.
Hay muy buen servicio, las sillas son muy cómodas, hay espacios para tomarse fotos, espejos, pantallas y un menú que invita a quedarse por mucho rato.
Descubrimos que aquí usted se puede deleitar con bebidas calientes y frías, con los famosos bubble tea y platillos como sushi, ramen, dimsum (bocadillos chinos tipo desayuno) y hasta sopas, por lo que los amantes de la cultura asiática aquí se van a dar gusto y también los que desean probar algo nuevo.
LEA MÁS: Madre e hijo conquistan paladares con estos postres caseros que son adictivos
Lihui nos recomendó probar sus platillos estrella, entre los que destacan el ramen, el sushi, los postres y un Frozen Oreo Café.
El ramen traía pollo, tenía un sabor exquisito y una muy buena textura. El sushi estaba fresco, bien presentado y con un toquecito especial.
También probé un postre de maracuyá con un sabor ácido que estaba en su punto, por supuesto, y no me iba a ir sin degustar un frozen con galleta que fue, de hecho, la cereza del pastel, ideal para cerrar con algo dulce y fresco.
Los precios varían según lo que desee consumir y le voy a hacer un resumen para que se vaya haciendo una idea y no se quede con las ganas.
Las bebidas frías están entre los 2.400 colones y los 3.300 colones y las calientes desde los 1.000 colones hasta los 2.800 colones.
Los bubble tea van desde los 2.200 colones y los frozen los puede encontrar de 2.800 colones para arriba. El sushi depende del sabor que guste, pero el vegetariano lo puede encontrar en 4.950 colones.
El dimsun también varía, pero un pan grande con chorizo chino, hongos, lechón y huevo le cuesta 2.300 colones.
El ramen tradicional está en 3.250 colones, pero también tienen opciones especiales que incluyen pollo, marisco o chuleta.
En cuanto a los postres, los precios son muy accesibles, hay un pastel arrollado de almendras que cuesta 1.200 colones, pero también puede optar por churros, taquitos chinos, los famosos mochis y hasta gyozas de cerdo (que son como empanaditas).
El lugar puede encontrarlo en Waze como Lady Q y también puede seguirlos en redes con el mismo nombre.
El negocio abre todos los días a las 10 a. m. y su horario de cierre varía: de lunes a jueves cierran a las 8 p. m., los viernes a las 8:30 p. m., los sábados a las 9 p. m., y los domingos a las 7 p. m.
Sin duda, esta cafetería es mucho más de lo que parece a simple vista. Combina un ambiente relajado con una propuesta gastronómica que sorprende, y que invita a volver no solo por el sabor, sino por todo lo que transmite desde que uno entra por la puerta.
La propietaria no solo cumplió el sueño que siempre tuvo, sino que actualmente su cafetería atrae a muchos que buscan el buen sabor y la variedad.